«En este momento podríamos decir que tenemos el terreno [del derrumbe de Zaldibar] con una capacidad de estabilidad suficiente, que podría haber hecho que la Administración vasca desapareciera de los trabajos que se están acometiendo allí. Pero no desaparecemos, porque tenemos un objetivo: la búsqueda de las dos persona desaparecidas». De esta forma, el candidato del PNV y lehendakari, Iñigo Urkullu, quiso ayer poner en valor que desde el Gobierno se siga, «de forma subsidiaria» a lo que no hace la empresa, buscando los cuerpos de Alberto Sololuze y Joaquín Beltrán enterrados desde el 6 de febrero.

Entrevistado en Radio Euskadi, insistió en que a pesar del «sentimiento» existente, es «obligado insistir en que es un terreno privado, gestionado por una empresa privada, que tiene un propietario que es una empresa privada y que además gestiona un vertedero o que gestionaba ese vertedero». A lo que volvió a añadir «que la administración vasca está actuando de manera subsidiaria a lo que es la labor que debiera haber acometido la empresa». Además sostuvo que la causa está judicializada y «estamos dispuestos a colaborar con la justicia».

En relación a la responsabilidad de la Administración en este caso, cabe recordar que pese a ser una empresa privada, las labores de vertido están sometidas a controles y permisos públicos. Y que los indicios de delito que observa la Unidad Medioambiental de la Ertzaintza ya había sido detectado por la inspección gubernamental, pero según lo dicho en su día en el Parlamento por el consejero Iñaki Arriola se tomaron como «desviaciones no significativas o severas». De hecho, según la actual redacción del Código Penal, también distintos departamentos del Gobierno podrían ser considerados corresponsables de esos delitos.

Responsabilidades políticas

El candidato jeltzale, Iñigo Urkullu, destacó también que el Gobierno ha solicitado la elaboración de una auditoría externa. Y aseguró que «si de ahí resultara la necesidad de abordar responsabilidades políticas, yo no temblaré en exigir responsabilidades políticas a cualquiera, sea del partido político que sea y sea de la institución que sea, porque aquí hay otras instituciones también implicadas en lo que puedan ser los permisos, las licencias, el seguimiento, etc».

A tenor de esta declaraciones, el lehendakari no considera que en ningún caso esas responsabilidades pudieran recaer sobre su propio cargo como máximo representante del Gobierno.

Después, Iñigo Urkullu volvió a subrayar las dificultades y la complejidad de las labores de búsqueda que hasta el momento han resultado infructuosas. Apuntó que «en estos momentos estamos abordando ya entrar en la zona que se denomina caliente, entre comillas, para la búsqueda de esas dos personas, siendo que allí hay 12 metros de altura de derrumbe, teniendo que garantizar la estabilidad del terreno y la seguridad de las personas, con 12 máquinas pesadas y más de cien personas sobre el terreno. Buscando ese objetivo: la búsqueda de esas dos personas, que es mi mayor preocupación».

Escucha voces del PSE

En la entrevista, también se abordó la cuestión de los GAL y las implicaciones del PSOE. El lehendakari no considera que esto sea una «cuestión pasada» y recordó que su partido ha pedido la reforma de la ley de secretos oficiales y una comisión para investigar el tema.

Pero Iñigo Urkullu valoró positivamente el haber «escuchado voces del PSE que decían ‘basta ya’ a lo que pudiera ser la implicación de personas de representación del PSOE».

El entrevistador le preguntó, directamente, si «es cómodo gobernar con un socio cuyos integrantes o algunos de sus integrantes aún dudan sobre si hacer esa reflexión públicamente, esa reflexión ética».

Y la respuesta de Iñigo Urkullu fue «me quiero quedar con lo que he dicho al principio, en el PSE ha habido voces que también se han pronunciado en relación a la necesidad de clarificar lo que sucedió con respecto al GAL en la medida en que pudiera vincular a dirigentes, que lo fueran, del PSOE o dirigentes que lo fueran también con representación institucional o cargo institucional en el Gobierno español».

A lo que a renglón seguido añadió que «me quiero quedar con eso del PSE y creo además que el PSE tiene unos principios compartidos en un programa de Gobierno que hemos tenido en esta legislatura a terminar que nos han llevado a también a ejercitar esos principios en la Ponencia de Memoria del Parlamento vasco; principios que otros partidos no las han querido compartir y algunos otros partidos políticos ni siquiera se han querido comprometer en esa Ponencia de Memoria».

Todos los grupos parlamentarios participaron en la Ponencia de Memoria a excepción del Partido Popular. Todos los integrantes, aceptaron el llamado ‘Suelo Ético’ como base de trabajo. A partir de ahí, los trabajos, pese a los avances que se dieron en aspectos sectoriales, no llegaron a ningún fin porque, entre otras cosas, en marzo de 2019 estalló una bronca entre PNV y PSE, dado que los socios de Gobierno no se ponían de acuerdo en las fórmulas para dar salida a esa comisión e Idoia Mendia filtró el documento de su partido, que pretendía que otros aceptaras sus propia posiciones sobre el pasado.

«Nadie le va a dar lecciones al PNV, ni a mí personalmente, de lo que pueda ser el compromiso con derechos sociales, ni con lo que pueda ser la redistribución de la riqueza, ni de lo que puedo ser la cohesión social"»

«Ha habido voces en el PSE que también se han pronunciado en relación a clarificar lo que sucedió con los GAL, en la medida en que pudiera vincular también la personas o dirigentes del PSOE o con cargo institucional en el Gobierno español. Me quiero quedar con eso»

Iñigo URKULLU

Candidato del PNV