El clima de polarización en que se celebran estos comicios –marcados por la pandemia y precedidos por las protestas contra el racismo en torno al movimiento Black Lives Matter–, y la posibilidad real de que el resultado final tarde varios días en conocerse han generado preocupación sobre un potencial estallido de violencia.

Las continuadas declaraciones del presidente, Donald Trump, animando a sus partidarios a movilizarse para vigilar que no se produce un fraude electoral, sumadas a sus críticas respecto al voto postal y su negativa a comprometerse abiertamente a aceptar el resultado de las urnas, han llevado a advertir de un riesgo real de violencia en un país en wl que además la tenencia de armas es un derecho reconocido por la Constitución y donde, en particular, han proliferado los grupos de extrema-derecha.

Según un reciente sondeo de la Universidad de Suffolk para ‘USA Today’, tres de cada cuatro votantes están preocupados por la posibilidad de violencia durante la jornada electoral, mientras que solo uno de cada cuatro se muestra «muy confiado» en que habrá un traspaso pacífico de poder si el demócrata Joe Biden gana al presidente Trump.

En Washington, edificios y negocios en las proximidades de la Casa Blanca han panelado sus escaparates y ventanas, mientras que en torno a la residencia presidencial está prevista la instalación de una valla que no se pueda escalar.

Esta medida de seguridad viene a sumarse a otras que ya estaban en vigor desde hace meses en torno a la residencia presidencial ante las protestas y disturbios que ha registrado la capital este año.

El director de la Agencia de Seguridad Interior de la ciudad, Chris Rodríguez, declaró este lunes a la prensa que no hay «ninguna amenaza específica o creíble» en relación con las elecciones. Sí que se han recibido solicitudes de algunos grupos para llevar a cabo movilizaciones de protesta.

Carta de la Policía

En Nueva York, el Departamento de Policía envió la semana pasada una carta a los negocios del centro de Manhattan animándoles a adoptar medidas de seguridad adicionales ante la posibilidad de grandes manifestaciones en relación con las elecciones, similares a las que se adoptan ante grandes acontecimientos, según el ‘Wall Street Journal’.

También en este caso su alcalde, Bill de Blasio, aseguró ayer que no hay ninguna «amenaza específica», pero subrayó que «estamos preparados para cualquier cosa».

En otras importantes ciudades como Los Angeles, Boston, Chicago, Filadelfia o San Francisco, las tiendas del centro también han blindado sus escaparates.