Martxelo DÍAZ

Efecto Streisand al borrar el dibujo del beso entre Chivite y Ruiz

Dos agentes de la Policía Foral borraron ayer el grafiti del beso entre María Chivite y Bakartxo Ruiz realizado por LKN. El Gobierno navarro niega que hubiera una orden para destruirlo. Si alguien quiso que el dibujo no tuviera repercusión, logró justamente todo lo contrario y se marcó todo un efecto Streisand.

El beso entre Chivite y Ruiz ha desaparecido del paseo de Sarasate, pero no de las redes sociales.
El beso entre Chivite y Ruiz ha desaparecido del paseo de Sarasate, pero no de las redes sociales.

Llaman efecto Streisand al hecho de que al intentar ocultar algo alcance más transcendencia que la deseada precisamente por intentar silenciarlo. Es lo que ha ocurrido en Iruñea con el dibujo en el que el grafitero LKN plasmó a la lehendakari María Chivite y a la portavoz de EH Bildu, Bakartxo Ruiz, besándose.

La imagen se colocó a primera hora de la mañana en una especie de buzón situado en el paseo de Sarasate, justo enfrente del Parlamento, justo el día en el que la consejera de Hacienda, Elma Saiz, entregaba el proyecto de presupuestos al presidente de la Cámara, Unai Hualde.

Para el mediodía el dibujo ya era historia puesto que, según se aprecia en una imagen del fotógrafo Pablo Lasaosa, dos forales uniformados, aparentemente de los que están destinados a la protección del Parlamento, procedieron a borrar el dibujo, despegando el papel colocado en el buzón.

Lo borraron en el formato físico, porque en las redes sociales el dibujo del beso en plan Breznev-Honecker alcanzó gran difusión. No es tan fácil parar un torrente con un dedo.

La censura por parte de un cuerpo policial es algo grave en cualquier caso. No parece de recibo que unos agentes borren un dibujo porque no les guste, aunque aparezca la lehendakari besándose con una parlamentaria, encima de EH Bildu.

Desde el Gobierno navarro niegan que hubiera una orden política para proceder al borrado del dibujo El jefe de la Policía Foral, Juan Carlos Zapico, ha llamado a LKN para disculparse, según confirma el grafitero a NAIZ. «Al principio pensaba que era una broma», confiesa antes de destacar que la conversación se desarrolló en un tono distendido. «Fue majete», dice.

El portavoz del Gobierno, Javier Remírez, destacó que el Ejecutivo no tenía nada que decir sobre el dibujo, más allá del respeto a la libertad de expresión, cuando fue preguntado por una periodista por el beso en la comparecencia tras la sesión de Gobierno. En ese momento, al parecer, todavía no se había borrado la obra.

Como buena obra de arte, genera polémica. Hay quienes opinan que era una crítica al acuerdo presupuestario de Chivite con EH Bildu, como parlamentarios de Navarra Suma que han criticado «la decisión del Gobierno» de borrarlo. Todo ello, mientras arremetían por la confirmación de que también en Madrid, al igual que en Nafarroa, hay un acuerdo presupuestario con EH Bildu. Otros, en cambio, no ven crítica alguna.

LKN destaca que no quería criticar el acuerdo, sino que el objetivo del dibujo era trasladar a la política navarra las sensaciones que había logrado con los grafiti relacionados con Osasuna que lleva realizando desde hace tiempo. «Quería llevar a la ciudad el arte con temas forales».

Los dibujos de ámbito deportivo habían sido objeto de alguna crítica por emplear motivos religiosos, «pero habían sido limitadas». Ha sido pasarse a la temática política y que el dibujo se haya convertido en tema de debate en la agenda partidaria hasta niveles que LKN no preveía.

Conociendo un poco la política navarra, no es de extrañar que la cuestión del dibujo del beso acabe protagonizando una comparecencia en el Parlamento. Cuestiones más livianas han llegado a los salones de la Cámara.

Y algunos hablan ya de hacer camisetas con el dibujo para los sanfermines, si alguna vez llegamos al final del túnel y podemos disfrutar de la fiesta. Lo dicho, un efecto Streisand de manual. El beso forma parte ya del imaginario popular en Nafarroa. Al menos, de momento.