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La muerte de un negro a manos de dos guardias de seguridad desata protestas antirracistas en Brasil

La brutal muerte de un hombre negro a manos de dos guardias de seguridad, divulgada en vídeos y fotos, en un episodio comparado con el de George Floyd en EEUU, ha extendido la indignación en protestas antirracistas en Brasil, coincidiendo con el Día de la Conciencia Negra. El Gobierno, no obstante, sostiene que «en Brasil no hay racismo».

Manifestantes en un supermercado de Carrefour en Sao Paulo. (Nelson ALMEIDA/AFP)
Manifestantes en un supermercado de Carrefour en Sao Paulo. (Nelson ALMEIDA/AFP)

Las protestas llevadas a cabo en varias ciudades de Brasil este viernes han denunciado la brutal muerte de un hombre negro a manos de dos guardias de seguridad en un supermercado, un episodio comparado con el del estadounidense George Floyd.

El soldador Joao Alberto Silveira Freitas, de 40 años, murió la noche del jueves tras recibir una paliza de dos vigilantes de un mercado de la red Carrefour, localizado en la sureña ciudad de Porto Alegre, en vísperas del Día de la Conciencia Negra, celebrado hoy y que marca la lucha por los derechos de los negros en Brasil.

En vídeos y fotos que circulan en las redes, es posible ver cuando los dos vigilantes sostienen a la víctima y le proporcionan reiterados golpes, patadas y estrangulaciones.

Asimismo, se puede escuchar los gritos por ayuda del hombre, así como cuando dice que no puede respirar.

Las imágenes ha provocado un aluvión de críticas y conmocionaron a los brasileños.

El Gobierno sostiene que «en Brasil no hay racismo»

Sin embargo, el Gobierno del país, a través de su vicepresidente Hamilton Mourao, ha negado que se trate de un caso de racismo y ha afirmado que en Brasil «no existe» la discriminación racial.


«Para mí, en Brasil no existe racismo. Eso es una cosa que quieren importar, eso no existe aquí. Yo te digo con toda tranquilidad, no hay racismo», ha sostenido Mourao.

Sin embargo, políticos, autoridades, instituciones y personalidades han condenado el «racismo estructural» que impera en Brasil. 


Para mostrar su repudio, grupos de manifestantes han salido a las calles en diversas ciudades, como Sao Paulo, Río de Janeiro, Brasilia, Belo Horizonte y Porto Alegre.

En la capital paulista, cientos de personas se han concentrado a las puertas del Museo de Sao Paulo (MASP), en la céntrica Avenida Paulista, desde donde han marchado hasta una de las tiendas de Carrefour en la región.

«La demanda de la población negra es urgente. La deshumanización del pueblo negro en Brasil es evidente», por eso «tenemos que salir a las calles, para dar visibilidad a nuestras luchas», ha afirmado, Alexandra Tulani, de 38 años.

«Queremos tener el derecho de existir. No queremos salir en la calle y sufrir violencia policial. Ayer un hombre negro fue muerto en un supermercado. Eso tiene que acabar y tiene que acabar ya», añadía.


«La carne más barata del mercado es negra»


El eslogan «La carne más barata del mercado es negra», inmortalizado en una canción de Elza Soares –una de las sambistas octogenarias más respetadas de Brasil–, ha inundado las redes sociales y se ha convertiido en la consigna de las protestas de este viernes.

En Río de Janeiro, cientos de personas han irrumpido en un mercado de Carrefour en el barrio de la Barra da Tijuca con gritos de «asesinos» y «racistas no pasarán», donde hasn llenado los carritos de compra para impedir que la tienda siguiera funcionando normalmente.

«Es un acto de resistencia, pero estamos cansados de ser resistencia. Solo queremos la oportunidad de poder vivir», afirmaba el artista Ricardo Fernandes, de 31 años.

Aumentan los homicidios de negros


Si bien representan un 56 % de la población, los negros son también los que más mueren, menos ganan y más sufren el desempleo en Brasil.

Según datos del Atlas de la Violencia 2020, elaborado por el Fórum de Seguridad Pública, un 75% de las víctimas de homicidio en Brasil en 2018 fueron negras.

La tasa de homicidios de personas negras en el país subió de 34 muertes por cada 100.000 habitantes en 2008 a 37,8 en 2018, un aumento del 11,5 % en la década, mientras que el número de muertes violentas entre personas no negras cayó un 12,9% en el mismo período.