La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias dependiente del Gobierno español ha comunicado este viernes la concesión de tercer grado a un preso vasco (Emilio Salaberria) y el traslado a cárceles cercanas, aunque no de Euskal Herria, de otros cinco (Egoitz Coto, Angel López Anta, Aitor Olaizola, Zigor Bravo y Gregorio Vicario).
Se trata, como es habitual, de presos que tienen muy avanzada la condena y que de hecho en algunos casos deberían estar en libertad condicional por tener superadas las tres cuartas partes de la pena.
Egoitz Coto pasará de Granada a El Dueso (Cantabria) tras 18 años de cárcel; Angel López Anta, de Algeciras a Mansilla (León); Aitor Olaizola, de Cáceres a Palencia; Zigor Bravo, de Teixeiro (A Coruña) a Burgos; y Gregorio Vicario, de Topas (Salamanca) a Burgos.Mientras asociaciones de víctimas siguen presionando contra estos tibios acercamientos, Etxerat ofreció el jueves la fotografía real: el 49% sigue encerrado en prisiones situadas a más de 600 kilómetros de Euskal Herria, hasta llegar a los 1.100 kilómetros de distancia, y únicamente el 32% (menos de uno de cada tres) está a menos de 390. En el francés la situación es mejor, aunque todavía un 20% está encarcelado a entre 600 y 1.100.
Salaberria ha logrado llegar al tercer grado tras su batalla legal y cumplirá este régimen en Martutene, tras haber estado hasta ahora en El Dueso.
Con el traslado de Olaizola desde Cáceres a Palencia, no quedará ya ningún preso vasco en este penal extremeño.
Desde setiembre de 2018 se ha producido el acercamiento de 74 presos y presas en el Estado español y además hay 16 anuncios no materializados todavía. Han sido traídos a cárceles vascas 15, de los que cuatro ya han alcanzado la libertad.