Osasuna quiere repetir el buen sabor de boca que le dejó el pasado 16 de julio volver a ganar en el Camp Nou, un escenario donde solo ha vencido en seis ocasiones –la mitad en los años ochenta del siglo pasado– en toda su trayectoria deportiva.

Se mide la escuadra navarra, además, a un Barcelona convulso e irregular dependiendo de la competición que se trate, inmerso en un nuevo proyecto deportivo y en una etapa electoral, pero que como anfritrión en Liga solo ha dejado escapar los puntos ante el Real Madrid y un empate frente al Sevilla.

«Lo más importante es tener un plan y creer en él al cien por cien, ejecutarlo a las mil maravillas y que ellos no tengan su día. Se tienen que cumplir estas tres condiciones para que saquemos algo positivo allí», ha reconocido el preparador rojillo, Jagoba Arrasate.

Y ese plan podría pasar en lo estratégico por repetir la disposición táctica que tan buen resultado le dio la campaña anterior, alineando tres centrales, una idea que ha sufrido el contratiempo de la baja de David García –confinado en su domicilio por contacto con un positivo por Covid-19–, aunque entra en la convocatoria Aridane, al que Arrasate ha reconocido que no lo ve «de inicio».

«David (García) lo había jugado todo y es una baja sensible. La línea de tres centrales es una posibilidad, pero también hay matices a la hora de defender, con otras soluciones. Dispongo, en todo caso, de futbolistas suficientes para ejecutar el plan», no ha querido desvelar sus cartas.

En su análisis del rival, el técnico vizcaino ve a un Barcelona «más rápido y vertical» que el del ejercicio pasado, con «gente joven y energía», que puede ser un equipo «muy importante en un futuro» y al que «no lo veo tan mal como dice la clasificación».

De hecho, si nos atenemos solo a los números, Osasuna y el cuadro culé –con un partido menos– están empatados ahora mismo a puntos –11–, lo que no es normal cuando se lleva disputada una cuarta parte de la competición liguera.

Eso sí, no tendrá mucho que hacer en el feudo blaugrana si aparece en escena el conjunto rojillo de las caras al que nos tiene acostumbrados en las últimas jornadas y que revivió capítulo frente al Huesca. «Con una desconexión de 5-10 minutos se nos va a ir el partido –ha avisado Arrasate–, nuestra virtud está en incomodar al rival, como hicimos en la segunda parte del último encuentro, les haremos daño si somos valientes».

Ello pasa por estar más atentos en las vigilancias, apretando arriba con un buen posicionamiento, estando ordenados en un perfil defensivo más bajo y también «cruzando los dedos, porque el Barcelona te va a generar ocasiones, sin ir más lejos, el año pasado Messi envió dos balones al poste, hace falta esa dosis de fortuna», ha matizado el míster osasunista.

Eficacia del 100%

Precisamente Arrasate tendrá algo que festejar en el Camp Nou, como son sus 300 partidos en la élite futbolística sentado en el banquillo, una sobresaliente marca para un entrenador todavía joven y que está dejando su impronta en el club navarro.

«Lo cierto es que no lo sabía –ha admitido–, me siento joven, pero la verdad es que es un número importante. En todo caso, lo que más quiero en estos momentos es seguir acumulando victorias con Osasuna».

Si lo consigue en el campo culé sería una bonita fecha para recordar, aunque para lograrlo será necesario que sus pupilos tengan más puntería de cara a la meta rival. «Son encuentros en los que es necesario disponer de una eficacia del cien por cien, es un contexto muy diferente al resto», ha dejado claro.

Por último, se ha referido a la renovación de Roberto Torres, «una gran noticia para él, para el club y para mí. Ha demostrado que es un jugador diferencial y que tiene muchas ganas de seguir progresando y aportando al equipo».