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El Supremo anula el tercer grado e incluso las salidas para trabajar de los presos del ‘procés’

La Sala del Tribunal Supremo español que juzgó la causa del ‘procés’ catalán ha acordado revocar el tercer grado penitenciario concedido por el Departamento de Justicia de la Generalitat a los 9 condenados a penas de prisión, al considerar que se trata de una medida prematura.

Carme Forcadell, tras salir de prisión con un permiso. (@ForcadellCarme)
Carme Forcadell, tras salir de prisión con un permiso. (@ForcadellCarme)

El Tribunal Supremo ha revocado el tercer grado concedido por la Generalitat a los nueve condenados a prisión por el ‘procés’, quienes tampoco podrán gozar del régimen flexible que les permitía salir para ir a trabajar o hacer voluntariado en virtud del artículo 100.2 del reglamento penitenciario.

Los magistrados que juzgaron a los líderes independentistas han dictado nueve autos de contenido similar, uno por preso, en los que estiman los recursos de la Fiscalía. Entienden que es preciso que transcurra un periodo de tiempo mayor para «evaluar adecuadamente la evolución del interno y el tratamiento penitenciario, máxime cuando se trata de condenas elevadas –de 9 a 13 años de cárcel– de las que ninguno ha cumplido la mitad, y la mayoría ni siquiera una cuarta parte».

Así, deberán continuar en segundo grado, pues también les han denegado la semilibertad del 100.2, con los mismos argumentos que dieron respecto a la expresidenta del Parlament Carme Forcadell –a quien ya revocó este régimen el pasado julio– por «la falta de conexión» de un programa de tratamiento de ese tipo con un «proceso de reinserción».

El Supremo arremete duramente contra «los órganos de la administración penitenciaria» catalana, a los que advierte de que «no pueden vaciar la respuesta penal proclamada por un tribunal de justicia, sometiendo su sentencia a una relectura que disfraza un tratamiento penitenciario privilegiado e improcedente».

«Nadie cumple condena por sus ideas políticas»

Además, asegura que «ninguno de los acusados ha sido condenado por perseguir la independencia de Cataluña» y que «nadie cumple condena en un centro penitenciario por sus ideas políticas», por lo que aseguran que «yerra la juzgadora de instancia al dejar entrever que la estimación del recurso del Ministerio Fiscal implicaría exigir al interno que modificara su ideología».

«La sentencia no condena a disidentes políticos, no condena a líderes independentistas» sino «a quienes dinamitaron las bases de la convivencia promoviendo un alzamiento tumultuario con el objeto de demostrar que las resoluciones del Tribunal Constitucional y de los jueces radicados en Cataluña ya no eran ejecutables».

E insisten en que «no se pretende que el interno reniegue de sus convicciones políticas, sencillamente porque estas son ajenas a su condena» y sostener eso «supone aferrarse a una línea argumental equivocada, que nada tiene que ver con el significado del cumplimiento de una pena privativa de libertad en una sociedad democrática».

En paralelo a la revocación del tercer grado, la Sala anula también el régimen de semilibertad del artículo 100.2 del Reglamento Penitenciario, al explicar que no se ha apreciado «vinculación alguna» entre «el programa que se propone y el proceso de reinserción social del penado, que no puede ser ajeno a los delitos cometidos».

Forcadell y Bassa reingresan en prisión

De los nueve presos del procés, únicamente Forcadell y Bassa seguían en tercer grado –por el que iban a dormir a prisión de lunes a jueves–, ya que el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria se lo mantuvo a la espera de que resolviera el Supremo.

Tras conocer la decisión del Supremo, las cárceles de Puig de les Basses, en Figueres (Girona), y de Wad Ras, en Barcelona, han avisado a Forcadell y Bassa que reingresarn en prisión este mismo viernes. 

Forcadell ha llegado hacia las 20.50 horas a Wad-Ras, donde un grupo de independentistas, entre ellos el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, y el presidente del Parlament, Roger Torrent, se han concentrado a las puertas de la cárcel para mostrarle su apoyo.

Antes de entrar en prisión, Forcadell ha agradecido que los independentistas siempre la hayan apoyado: «Nunca os agradeceremos suficientemente todo el apoyo. Sabemos que nos queréis y sobre todo sabemos que persistiréis y persistiremos», ha indicado. 

Por su parte, Bassa ha ingresado sobre las 20.30 en la prisión de Puig de les Basses, a la que ha llegado acompañada de la consellera de Agricultura de la Generalitat, Teresa Jordà, y la diputada de ERC en el Congreso y hermana de Bassa, Montse Bassa.

A su llegada a la cárcel, ha afirmado: «Hagan lo que hagan no nos rendiremos y seguiremos adelante y, digan lo que digan, el diálogo y la negociación estará siempre». Bassa ha dicho que siente «rabia, impotencia e indignidad», pero que seguirán adelante, y ha dado las gracias a los manifestantes que estaban a las puertas de la cárcel, que le han respondido a gritos de ‘Llibertat’.