Las sesiones judiciales por la OPE de Osakidetza siguen su camino, y en estos momentos se analiza lo acontecido en la especialidad de Cirugía Plástica. Según ha informado LAB, hoy se ha conocido que «un Jefe de Servicio de Cirugía Plástica nombrado por Osakidetza para formar parte del Tribunal presentó su renuncia formal en la primera reunión por ser el suegro de una opositora», pero luego no tuvo empacho en confeccionar el examen teórico, en el que «su nuera obtuvo la mejor nota». La vocal primera de ese tribunal también guarda parentesco con esta opositora.

Solo 6 de las 20 personas que se presentaron aprobaron dicho examen, a pesar de «ser la mayoría grandes profesionales en activo que están desempeñando responsabilidades en la sanidad pública». Un resultado que, a juicio de LAB, supone «una auténtica catástrofe reputacional para la especialidad de Cirugía Plástica, y esto es consecuencia directa de la gestión de esta OPE».

Para el sindicato, lo revelado este miércoles «refuerza la teoría» de la existencia de una trama que «únicamente buscaba dotar a la oposición de una apariencia de imparcialidad, para poder seguir manteniendo así la esencia de su práctica espuria, que no era otra que adjudicar plazas a las personas predeterminadas».

Tras escuchar a una de las testigos, la magistrada ha aceptado la solicitud del letrado Iñigo Santxo de modificar la cualidad procesal de un integrante del tribunal de Cirugía Plástica, pasando de testigo a imputado. Ya es la séptima persona, y LAB augura que serán más cuando se disponga de toda la documentación.