Imanol ha manifestado en su rueda de prensa tras el empate contra el Eibar (1-1) que «ha habido un tiempo para cada equipo y es una pena que les hayamos dejado vivos cuando les teníamos que haber sentenciado en el primer tiempo».

El oriotarra ha añadido en su análisis del encuentro que «ha sido una muy buena primera parte nuestra ante un rival que hace una presión increíble. Hemos estado cómodos, hemos tenido ocasiones y les hemos dejado vivos. En la segunda mitad ellos han estado mejor, han sido más agresivos y nos han ganado en los balones aéreos, en las disputas y en las caídas. Ante semejante equipo, si no eres ganador en eso es difícil salir de tu campo».

Preguntado por la falta de acierto en los últimos seis partidos que ha empatado con cinco goles marcados a pesar de tener muchas ocasiones, Imanol ha recordado que «somos el equipo que más goles lleva de Primera. ¿Qué más les vamos a pedir a los jugadores, que ganen todos los partidos? Sería injusto. Lo que hace el equipo es bestial. Tenemos que estar contentos».

El técnico realista ha reconocido que «nos hubiera gustado hacer el segundo tiempo como el primero, pero entre el cansancio, los cambios y que ellos han hecho lo suyo bien, ha sido imposible lograr la victoria. Pero estoy muy contento y ojalá dentro de trece partidos el equipo tenga los mismos puntos y goles marcados y encajados».

Sobre la superioridad del Eibar en la segunda parte, ha señalado que «ellos han hecho bien lo suyo. El Eibar es el mejor en eso y han estado bien, pero nosotros podíamos haber estado mejor, sobre todo en las caídas. El cansancio hace mella porque no sabéis lo que cuesta para los que juegan noventa minutos repetir a los tres días de un partido del nivel que jugamos en Italia contra el Nápoles. Hay que dar por bueno el punto, te fastidia porque les hemos dejado vivos en el primer tiempo y no les hemos matado, pero hay que dar mérito a lo que ha hecho el Eibar».

Preguntado por los seis empates seguidos, ha señalado que «llevamos 26 puntos en 13 partidos, somos los máximos goleadores, primeros, y ojalá dentro de trece partidos me volváis a hacer la misma pregunta tras empatar seis partidos».

Problemas físicos

De cara al partido del miércoles contra el Barcelona ha considerado «casi imposible» recuperar a Mikel Oyarzabal «porque no ha empezado a entrenar con el grupo» y espera contar con David Silva a pesar de acabar el partido tocado.

Sobre el canario ha señalado que «ha notado mejoría y, tras hablarlo con él, el médico y los fisios, era bueno que tuviera unos minutos. Ha acabado bien de la lesión que tenía de antes, pero un poco cargado de los sóleos, fruto de la inactividad de estos días. Espero que solo sea una sobrecarga porque la lesión la tiene olvidada y que pueda estar el miercoles en Barcelona».

Será baja hasta final de año al menos Aritz Elustondo por las molestias que arrastra por las fracturas de dos costillas: «Ha vuelto a recaer y no lo vamos a tener ni para esta semana ni para la siguiente. Espero que se recupere lo antes posible y, mientras tanto, tiraremos con los que estemos».

Además Imanol ha desvelado que Januzaj y Willian José «no se recuperaron tras jugar los noventa minutos en Nápoles, notaron el cansancio y no estaban para jugar hoy».

Preguntado por el sorteo de los diecisesiavos de la Europa League del lunes en Nyon, ha respondido que «rivales flojitos no quedan. Que sea el que tenga que ser y lo vamos a afrontar de la misma manera toque quien toque. El objetivo será ganar los dos partidos».

Ander Barrenetxea, contento a medias

Ander Barrenetxea ha señalado que «sabíamos que iba a ser difícil, que el Eibar aprieta mucho arriba. No lo ponen fácil y hay que luchar hasta el final. Con esto del VAR está todo medido al milímetro y es una pena que no haya subido al marcador el gol de Zubeldia».

Sobre su tanto el donostiarra ha comentado que «se trata de estar en el lugar en el que toca. He visto que el balón se quedaba ahí, no podíamos dejar la contra, había que pegarla lo mejor posible. Ha ido para dentro y contento por el gol, pero con un sabor agridulce porque no nos llevamos los tres puntos».