Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

Desaprender la sumisión al hombre

MANUAL DE LA BUENA ESPOSA
Estado francés. 2020. 109’. Tít. Orig.: ‘La bonne épouse’. Dir.: Martin Provost. Guion: Martin Provost y Séverine Werba. Prod.: Serge Hayat, Françoise Kraus y Denis Pineau-Valencienne. Int.: Juliette Binoche, Yolande Moreau, Noémie Lvovsky, François Berleand, Edouard Baer.

Las actrices Juliette Binoche, Yolande Moreau y Noémie Lvovsky. (NAIZ)
Las actrices Juliette Binoche, Yolande Moreau y Noémie Lvovsky. (NAIZ)

Martin Provost es ante todo un director de actrices, una especialidad que viene manteniendo a lo largo de su filmografía. En ‘Tortilla y Cinéma’ (1997), dirigió a Carmen Maura; en ‘El vientre de Juliette’ (2003), a Julie-Marie Parmentier; en ‘Séraphine’ (2008), a Yolande Moreau; en ‘Oú va la nuit’ (2011), otra vez a Yolande Moreau; en ‘Violette’ (2013), a Emmanuelle Devos y Sandrine Kiberlain; y en ‘Dos mujeres’ (2017), a Catherine Frot y Catherine Deneuve.

La novedad es que para ‘Manual de la buena esposa’ (2020) cuenta con todo un reparto coral femenino encabezado por Juliette Binoche, Yolande Moreau y Noémie Lvovsky. Ellas tres son las que llevan la escuela de señoritas en la que transcurre la acción, y entre las jóvenes internas educadas para la sumisión en el hogar, figuran Marie Zabukovec, Lily Taïeb, Ana Maria Vartolomei o Pauline Briand.

En cuanto a sus partenaires masculinos, están François Berleand y Edouard Baer, que hacen respectivamente del marido que fallece y del hombre que le sustituye en la vida de la viuda y heredera al frente de la rancia institución educativa interpretada por Juliette Binoche.

Aunque hoy nos parezca mentira, en los años 60 todavía existían centros como la Escuela de Economía Doméstica Van Der Beck, localizada en bellos parajes alsacianos de Boersch. Allí se enseñaba protocolo, a servir el té, a llevar las cuentas de la casa y todas las tareas domésticas relacionadas con la limpieza o la cocina. Siempre con una sonrisa servil y sumisa hacia el marido.

Eran los tiempos en que las mujeres acababan de obtener el derecho a tener una cuenta bancaria propia sin la firma de su cónyuge. Pero Mayo del 68 lo trastoca todo y los aires revolucionarios llegan también hasta la escuela, a lo que contribuye la muerte del patriarca Van Der Beck, siendo el momento para su viuda.