Ingo NIEBEL

Alemania endurece las restricciones ante el creciente impacto de la pandemia

La canciller Angela Merkel (CDU) advierte del aumento exponencial de contagios y avisa de vienen semanas «muy duras». Baviera decreta el uso obligatorio de las mascarillas tipo FFP2 en comercios y transporte público y propone la vacuna obligatoria para el personal sanitario.

 La canciller alemana, Angela Merkel. (Michael SOHN/AFP)
La canciller alemana, Angela Merkel. (Michael SOHN/AFP)

Las mutaciones del covid-19, halladas en Gran Bretaña y Sudáfrica, preocupan a las autoridades, políticos y expertos en Alemania. Hasta el momento se ha detectado su presencia en el país pero solo en casos aislados. De momento, las vacunas de Biontech/Pfizer y Moderna se muestran efectivas contra la nueva variante. «Pero cuánto más tiempo se da al virus de producir nuevas variantes y mutaciones tanto más crece la posibilidad de que la vacuna pierda su eficiencia», advierte el jefe de la sección de Infecciones de la Charité de Berlín, el doctor Andrej Trampuz, en conversación con la Asociación de la Prensa Extranjera (VAP). Forma parte  del grupo de médicos que abogan por mantener -y si hace falta endurecer-, las restricciones.

En el ámbito político, ha sido una vez más la canciller demócrata cristiana Angela Merkel (CDU) la que ha dado la alerta, como hizo en setiembre, cuando preconizó que estábamos a las puertas una segunda ola. Las y los ministro-presidentes de los 16 estados federales no le hicieron caso y perdieron el control de la pandemia cuando la incidencia de los 7 días superó los 50 casos por 100.000 habitantes. Actualmente se sitúa en 164 a nivel nacional, una cifra que se ve duplicada en Sajonia y Turingia.  La  cifra de infecciones y de muertes sigue siendo alta. De ahí que Merkel ha esgrimido el aumento exponencial en Irlanda, con una incidencia de 900 casos, para mostrar lo que puede pasar en Alemania si no se toman medidas.

El objetivo del Ejecutivo sigue siendo bajar la incidencia a los 50 casos para poder determinar de nuevo el origen de las infecciones. Mientras tanto, casi todos los länder aplican el confinamiento perimetral de 15 kms en  las comarcas cuya incidencia supera los 200 casos. «Por el momento, no veo ninguna tendencia a la baja», advierte  Trampuz.

De hecho, las cifras de nuevas infecciones y fallecidos que ofrece el Instituto Robert Koch (RKI) a diario, se han visto alteradas porque por las fiestas de Noche Buena y Noche Vieja las oficinas regionales de Sanidad han transmitido sus datos con retraso. A partir de la próxima semana se tendrá números más fiables. Entonces se verá mejor como ha evolucionado la pandemia.

Supermercados y transporte público

El ministro presidente del Estado Libre de Baviera, el social cristiano Markus Söder (CSU), ha decretado el uso obligatorio de las mascarillas FFP2 en los supermercados y el transporte público. Preocupa el elevado grado de contagio de la nueva cepa y el hecho de que, probablemente, afecta sobre todo a personas menores de los 20 años.

Sin olvidar el cierre total de la hostelería desde noviembre, casi todos los länder mantienen las guarderías, escuelas y universidades cerradas -aunque con excepciones-, pero estudiar online se complica por la deficiente infraestructura técnica para el personal docente y escolar y porque el sistema productivo no coopera del todo. No todas las empresas, que podrían ofrecer el teletrabajo desde casa, lo hacen, complicando la situación de los padres y madres que trabajan.

Según Trampuz, se estima que el 30% de las infecciones podrían producirse en el transporte público, el 23% en el ámbito escolar y un número parecido en el trabajo. Pero faltan estudios más específicos sobre el papel que estos tres puntos de contacto juegan en esta pandemia. El médico, de origen esloveno, está convencido de que «Europa podría haber evitado esta pandemia si se hubiera empezado a llevar mascarillas ya en enero» en lugar de menospreciar este método preventivo de Asia. Según él, sólo la vacunación puede bajar la incidencia a 50 casos.

Sin embargo, la mayoría del personal sanitario se opone a ella. Por eso, Söder propone hacer obligatoria la vacuna. Para ello le falta la base legal. Trampuz prefiere convencer a los críticos en su propio gremio dialogando con ellos.