Ramón Sola

Historia vasca de la Supercopa: de Evita Perón a «Sanjo» pasando por López Ufarte

El menor y más joven torneo del fútbol estatal también deja huella en las vitrinas vascas. La Real ganó el primero en 1982 y el Athletic aspira este domingo a cerrar el círculo. Entre medio, otro título ganado en el campo, uno más por aplastamiento y otro que se frustró por desacuerdos.

La primera Supercopa, en la portada de «Egin».
La primera Supercopa, en la portada de «Egin».

La historia de la Supercopa de fútbol en el Estado español es tan surrealista que empieza en Argentina, en Perón. Como suena: Evita Duarte, la «primera dama» argentina muy bien relacionada con el franquismo, dio nombre en 1946 a una competición nueva que enfrentaba a los campeones de Liga y Copa del Generalísimo.

Fueron seis ediciones apenas, tres de ellas ganadas por el Barcelona y una por el Athletic, frente al Atlético de Madrid en 1950 (5-5 en el primer partido y 2-0 en el preceptivo desempate).

Empezaba la década de los 80 cuando el presidente del Barcelona, Josep Lluís Núñez, repescó la idea como una forma de obtener ingresos extras. El formato ha ido evolucionando desde entonces hasta ahora, desde aquel doble partido entre dos equipos a la actual «final four» vendida al resto del mundo, con numerosos parones y retrocesos entre medio. A decir verdad, durante la mayor parte de estas casi cuatro décadas la Supercopa ha sido poco más que un torneo veraniego más, solo revitalizado ante la opinión pública cuando los finalistas eran Real Madrid y Barcelona. El plan de este año lo ha truncado el Athletic, y casi también la Real.

Aunque el diseño siempre ha alimentado el bipartidismo futbolístico estatal, los equipos vascos abren y cierran este círculo. Y es que la Real bicampeona de Liga fue la primera en llevarse el trofeo a la vitrina, con un choque ante el Real Madrid en plenas navidades de 1982 que aún se recuerda en Donostia. El 1-0 del Bernabéu fue igualado en Atocha y rematado en la prórroga hasta un 4-0 memorable, con dos goles de López Ufarte y otros dos de Uralde y el Madrid acabando con nueve jugadores por dos rojas.

 

El Athletic no pudo llevarse la segunda edición ante el Barcelona (3-1 en el Camp Nou y 1-0 insuficiente en San Mamés). Pero por contra se hizo con la tercera por aplastamiento: al haber ganado Liga y Copa el equipo de Javier Clemente, según el reglamento entonces vigente no hubo Supercopa.

La Real volvió a asomarse en 1987, tras la Copa ganada al Atlético en la Romareda, pero se quedó con las ganas de Supercopa: el desacuerdo con el Real Madrid en torno a las fechas dejó la edición vacante. Lo mismo había ocurrido un año antes entre madridistas y Zaragoza, una clara muestra de que el torneo no acababa de echar raíces.

Desde ahí, una travesía del desierto por la que pasó el Athletic finalista de Copa en 2009: el Barça de Guardiola no tuvo problemas para llevarse también la Supercopa. La sequía acabó en 2015 con el 4-0 de San Mamés de nuevo al mismo rival, del que pasaría a la historia el gol de Mikel San José desde el centro del campo por encima de Ter Stegen. Y se coronó con un empate a uno en la vuelta en Barcelona.

 

Dos títulos vascos en el campo, por tanto (Real 1982 y Athletic 2015); un tercero por méritos anteriores (Athletic 1984); uno que pudo ser y no fue (Real 1987); y la opción de redondear el ciclo este domingo, tras una «final four» que ha pintado al fútbol vasco tan pujante como en aquellos gloriosos 80.