Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

«Nomadland»

Es la más clara favorita para las nominaciones a los Óscar de este año, gracias a que se está haciendo con la mayoría de premios anuales otorgados por las distintas asociaciones profesionales del mundo del cine, después de obtener el León de Oro en la Mostra de Venecia, o de llevarse el Premio del Público en Toronto y San Diego. No sorprende tanto, porque la cineasta de origen chino Chloé Zhao ya ganó con su anterior realización ‘The Rider’ (2017) el premio a la Mejor Película de la Quincena de Realizadores en Cannes, junto con el de la Espiga de Plata de la Seminci a la Mejor Dirección Novel. Como quiera que el estreno de ‘Nomadland’ (2020) tendrá lugar el próximo 19 de febrero, luego habrá que esperar hasta el mes de abril para saber si triunfa en los premios de la Academia de Hollywood, cuya entrega se ha retrasado por culpa de la pandemia.

Un compás de espera que se puede hacer demasiado largo a juicio de según que analistas, desde la convicción de que con el paso de los meses su candidatura irá perdiendo fuerza. También ha surgido una corriente crítica que anuncia la pérdida de independencia creativa por parte de Chloé Zhao, que ya tiene su primer contrato millonario con un gran estudio para dirigir la película de superhéroes ‘Eternals’ (2021), que será estelarizada por Angelina Jolie al más puro estilo de Marvel-Disney.

Hasta la fecha Zhao ha mantenido una absoluta coherencia autoral, convirtiéndose a pesar de su ascendencia foránea, o tal vez precisamente gracias a ello, en la mejor ilustradora de las esencias rurales estadounidenses en vías de extinción. Ya con su ópera prima ‘Songs My Brothers Taught Me’ (2015) hizo una declaración de principios al rodar en una reserva nativa de Pine Ridge con actores y actrices no profesionales. Línea que mantuvo viva con su segundo largometraje, el mencionado ‘The Rider’ (2017), en el que revivía los ecos del mundo del rodeo y de los caballos salvajes.

Su encuentro con Frances McDormand ha sido una explosión de talento femenino, y la actriz aspira al que podría ser su tercer Óscar, tras los logrados con ‘Fargo’ (1996) y ‘Tres anuncios en las afueras’ (2017). Su papel vuelve a ser, como en el caso de los que interpretó para los hermanos Coen y para Martin McDonagh, el de una mujer madura que ha de sobrevivir en un entorno hostil mediante una tenacidad y una capacidad de resistencia que los hombres de hoy en día ya quisieran para si.

El tercer largometraje de Zhao ya adelanta en el enunciado su intención de retratar la actual cultura nómada, que en los Estados Unidos es una consecuencia directa de la recesión económica. En el viejo continente la moda de las autocaravanas se asocia aún a la actividad vacacional, principalmente por parte de gente jubilada que quiere ver cumplido su sueño de viajar en una casa rodante. Pero la realidad es que hay personas en Europa que también viven en una furgoneta, mejor o peor acondicionada, a falta de una vivienda digna. Y, de hecho, no faltan quienes han fijado su residencia en un camping durante todo el año.

Fern se ve forzada a la vida itinerante en la versión motorizada de los pioneros del Viejo Oeste, cuando enviuda y pierde su hogar y su trabajo en un pueblo minero de Nevada. La crisis ha provocado la despoblación y el éxodo sin rumbo. Semejante panorama, extraído del libro de no ficción escrito por Jessica Bruder ‘Nomadland: Surviving America in the 21st Century’ (2018), no dista mucho del que casi un siglo antes retrató John Steinbeck en su novela sobre la diáspora hacia California como consecuencia del crac del 29, tal como lo reflejó el maestro John Ford en ‘Las uvas de la ira’ (1940).

Nada retiene ya en ninguna parte a Fern y el resto de personajes a la deriva que se va encontrando en su recorrido errante por un paisaje de gasolineras, moteles de carretera y campamentos nómadas.