Jon Ormazabal
Elkarrizketa
Luis Sánchez
Trinquetista

«Cuando tenía 16 años medía 1,60, no movía la pelota de frontón y probé el trinquete»

La trayectoria de este pelotari de Esteribar se asemeja a la de esos salmones que remontan el Bidasoa contracorriente. Y es que, mientras estamos acostumbrados a que pelotaris de Ipar Euskal Herria se pasen del trinquete al frontón, lo contrario es prácticamente una excepción.

Luis Sánchez en el trinquete Berria de Hazparne. (Guillaume FAUVEAU)
Luis Sánchez en el trinquete Berria de Hazparne. (Guillaume FAUVEAU)

Su gran papel en el Superprestige de Garazi, donde se proclamó subcampeón tras caer en la final con Larralde, nos sirve para acercarnos a este deportista y a esos pocos pelotaris del sur del Bidasoa que, poco a poco, se van haciendo un hueco en los trinquetes de la Euskal Herria continental.

¿Cómo ha sido su experiencia en el Superprestige?
Yo no tenía pensado ni participar, porque con el covid-19 redujeron el número de participantes de 12 a 6. Por lo que tenía entendido iban a participar también Eneko Maiz de Gipuzkoa y el vizcaino Aspuru, pero al final hicieron el torneo solo para seis y estaban los cuatro de siempre, Ducassou, Ospital, Larralde y Guichandut y al final me metieron. Creyeron que era buena opción y salió bastante bien.

Algo le verían...
Sí, bueno... A principio de año, antes de la cuarentena, hice un buen campeonato de Francia individual, jugué en Segunda, me lesioné la mano y al final tuve que dejarlo a mitad del campeonato, pero como sacaba bien, me dijeron que  seguramente me meterían en el Superprestige. Al reducirlo a seis no pensaba entrar pero me dieron la oportunidad y creo que puedo decir que la he aprovechado bastante bien.

Ha pasado la prueba con nota, llegar hasta la final con los nombres que había no es un resultado cualquiera.
Sí, yo cada partido iba a darlo todo porque no tenía intención de pasar de ronda ni nada. Tenía en el grupo a Ducassou y Guichandut, que son los finalistas de un individual que se jugó justo antes del Superprestige e iba a ver qué salía y total, que gané los dos partidos. Luego ya en semifinales a Ospital le gané por un tanto y a la final fui a disfrutar pero Larralde me pasó por encima (40-26).

Pero comenzó ganando y con ventaja, ¿verdad?
Sí, empecé ganando 12-2 gracias al saque, pero él también cogió el saque, sabía que me iba a hacer tantos y sacó muy bien. Jugó a favor, le metió velocidad y no me dejo ni jugar casi; todo el rato me metía a la red y yo con justo la sacaba a buena. Cuando estás dándole con la izquierda todo el rato, es una mala señal.

Ganar a todo un Ducassou no está al alcance de cualquiera.
Es el campeón del Mundo actual, el Superprestige lo ha ganado cinco veces creo y es el mejor ahora mismo de los profesionales, junto con Larralde.

¿Cómo llega un pelotari navarro a la elite del trinquete?
En 2016 empecé a probar el trinquete. Yo ahora mido 1,87 metros pero cuando tenía 16 años medía 1,60 metros, no había crecido nada y la pelota del frontón ni la movía. De técnica no voy a decir que era muy bueno, pero técnicamente no se me daba mal y decidí probar el trinquete. Y una vez que cogí la técnica, a los 17 años, más o menos, pegué el estirón, vi que dominaba un poco y raíz de ahí fui a algún mundial. Luego nos llamaron de Iparralde a Maiz y a mí a entrenar con los profesionales y al final me dieron la licencia. Espero que a Eneko [Maiz] también se la den. Este año creo que no podrá ser por el covid-19 pero confío que el próximo año se la den. Casualmente, a mí me la dieron el año pasado por los resultados pero no creo que sea mejor que Maiz o los vizcainos, tuve suerte de que me dijeron que tenía potencial y si quería probar.

Entrenar no le será sencillo.
En Navarra el nivel se queda un poco escaso, lo que hago es una vez por semana ir a entrenar a Iparralde y aparte, el físico lo hago aquí con un preparador.​

Al reducir la participación a seis por el covid-19, no pensaba ni tomar parte en el Supereprestige, al final me metieron y salió muy bien

¿Cuál es su objetivo ahora?
Estabilizarme y estar de continuo con ellos, con los grandes. Es complicado pero hay que aspirar a ello. Si quieres conseguir cosas el reto es entrenar con ellos. El campeonato de Francia de parejas ya lo jugué en Primera y llegué a la final y el objetivo es ese. Ahora viene el campeonato de Francia individual, me han metido en primera y a seguir entrenando todo lo que se pueda y a ver si se puede conseguir algún título, porque, de momento, llevo dos finales y las dos perdidas, pero más no puedo pedir, que es el primer año.

Ya ha comprobado que puede competir con ellos.
Yo ni lo esperaba, el primer año ha sido difícil porque con el covid-19 y demás... Me dieron la licencia el 1 de enero de 2020 y jugué el individual, llegó la cuarentena y en el parejas me metieron en Primera. Yo pensaba que no iba a tener nivel, pero entrenando llegamos a la final, que para mí ya era algo muy grande. Te puedo decir que estoy contento en mi primer año, yo habría firmado a primeros de año la mitad de lo que he conseguido. Ahora lo difícil será mantener porque nada más llegar igual sorprendes, les he podido pillar de sorpresa pero ahora viene lo complicado, ganarles habitualmente.

Su caso puede servir para dar a conocer el trinquete en Hego Euskal Herria, que es un autñentico desconocido.
Ojalá. Pero al final lo que se conoce es lo que vemos habitualmente por la televisión y un problema que tiene la pelota vasca es que tiene un montón de modalidades, alrededor de 18 o 19. La pala es muy bonita, me encanta, la cesta punta también, pero no las ves por la tele y los chavales, al final, quieren ser Olaizola, Ezkurdia… es un poco lo que se ve. Hace falta promocionar un poco el trinquete porque hay gente de Hegoalde que juega. Estaría muy bien que la gente cogiera interés, que en los medios saliera algo, no por mí, sino por el trinquete.

¿El salto sigue siendo muy grande entre Hego e Ipar Euskal Herria?
Claro, allí todos los pueblos tienen un trinquete como aquí tienen frontones. Los chavales desde los 6 años van al trinquete directamente, para ellos es lo natural. Tú vas del frontón y puedes entrenar y coges nivel, pero la constancia y la técnica que tienen ellos... tú quieres hacer lo mismo y ves que tienen otras habilidades. Pero yo llevo muchos años entrenando exclusivamente al trinquete, dejé el frontón porque vi esta oportunidad y otros pelotaris también entrenan. No es que aquí, en Hegoalde, no haya nivel, es que no hay pelotaris que realmente jueguen. Si pones a cualquier pelotari terminará cogiendo nivel, el problema es que no hay pelotari que quiere jugar porque no hay competiciones, no hay profesionalismo… Y lo que no es profesional, lo que no sale en la tele, los chavales no lo quieren hacer. Mucha gente ni sabe que existen profesionales del trinquete en Francia, es difícil incluso explicárselo.

Algunos profesionales de la pelota a mano como Juan Martínez de Irujo u Oinatz Bengoetxea ya han hecho sus pinitos.
Esporádicamente sí que ha habido algunos intentos, pero la cuestión no es ir entrenar una vez y ponerse a jugar. Jokin Altuna y Joseba Ezkurdia ya han estado hace poco con los hermanos Larralde entrenando, e iban a hacer un campeonato, pero al final decidieron que entrenando tan pocos días no tenían nivel. Les querían poner algún estelar para fomentar el trinquete, que está muy bien, pero vieron que no iba a salir bonito, no porque ellos sean malos, que si entrenan un año seguramente serán los mejores, pero al final hay que ponerse. Como si ahora voy yo a jugar al frontón, hay que entrenar.

Aimar Olaizola también estuvo jugando el Master de Baiona pero le metió Waltari unos 20 saques. Irujo, por ejemplo, sí que había jugado de joven, incluso jugó el Mundial de Pamplona a trinquete y estaba más hecho y era Irujo, las cosas como son, era el mejor y aparte de serlo, había jugado antes y cuando iba a participar, se podía medir con ellos, pero Irujos hay pocos.

¿Jugar atrás para uno que viene del frontón es más sencillo?
Sí, yo también juego atrás. Es más fácil cambiarte porque la de los delanteros en trinquete es una situación más comprometida, es todo defensa. Altuna, por ejemplo, fue a entrenar, he visto algún video y es muy estresante, no tienes libertad para hacer jugadas, es todo defensa de la red, la pelota te viene rápida, mal, muchas veces bastante haces con hacer buena y eso a un pelotari de frontón le frustra porque, al final, ve que no es su juego. Muchos dicen que no les gusta, no te gusta porque al final no estás disfrutando, en el momento que vayas a entrenar 10 días comenzarás a disfrutar. Por eso mismo, es complicado atraer a muchos chavales al trinquete, nosotros lo intentamos desde la Federación, pero es muy difícil. Vienen los chavales y te dicen que no les gusta porque igual les gana otro chaval al que en el frontón le ganarán fácil.

En definitiva, que son dos modalidades con similitudes pero diferentes, ¿cuál puede ser la mayor diferencia?
La pelota es completamente distinta, pesa 10 gramos menos, el bote no tiene nada que ver, una pelota de frontón bota, pega en la pared y cae para abajo, mientras una pelota de trinquete sube para arriba después de pegar en la pared por el tema de poder rebotar. Con una pelota de frontón sería imposible jugar en el trinquete y eso cambia mucho los efectos. Es un tipo de juego totalmente distinto; se le da con la mano y las reglas son las mismas, pero el estilo de juego, la mentalidad... El zaguero no tiene una única función de pegar y pegar sino que hace jugadas, ataca. Es otra cosa totalmente distinta.

Son profesionales pero ¿se puede vivir de esto?
Los profesionales somos autónomos, no tenemos un contrato como puede ser el caso de Aspe y Baiko, pero sí que tenemos un compromiso realmente. Los pelotaris de primera sí que pueden llegar a vivir de esto, pero la empresa te apoya para que busques otro trabajo; es decir, todos los pelotaris que conozco, Ducassou y los demás, tienen un trabajo aparte por la mañana que les permite entrenar por las tardes y de esa forma lo compaginan bien. En ese sentido, la empresa no te pone ninguna pega para que trabajes en otra cosa. Además, la Federación francesa está detrás, que aquí ni la navarra, ni la española, ni la de Gipuzkoa ni ninguna tiene potestad sobre los profesionales, en Francia sí. Son los que conceden la licencia profesional y están detrás de todo.