El alcalde de Iruñea, Enrique Maya, reconoce que «tendrían que cambiar mucho las cosas» para poder celebrar este año los sanfermines como hasta 2019, pero tiene la esperanza de que la evolución de la pandemia posibilite celebrar entre el 6 y el 14 de julio «algunos actos», entre los que ha vuelto a señalar las corridas de toros.

De momento los sanfermines «no están suspendidos», ha sostenido en declaraciones a EFE, al tiempo que ha puntualizado que «la verdad es que la percepción general que tenemos todos es que tendrían que cambiar mucho las cosas para poder celebrarlos como los conocemos». No obstante, ha indicado que tiene «la esperanza de que la situación de la pandemia para esa fecha permita de alguna forma poder celebrar algunos actos» y en esa línea están trabajando.

En esa línea ha comentado que si en esas fechas se permitieran corridas de toros en otras ciudades también le gustaría que hubiera en Iruñea, lo que le haría «mucha ilusión». Al respecto ha remarcado que la plaza de toros la gestiona la Casa de Misericordia y los ingresos van para ella, «por lo que sería además por una buena causa».

Maya, quien ha apuntado las dificultades por las que atraviesa ese sector, ha opinado además que seguramente en la actual situación «los toreros estarían en disposición de posibilitar corridas con menos aforos». «Poniendo todos de su parte, ¿por qué no se van a poder hacer?», ha preguntado.

Las consecuencias económicas de la suspensión de las fiestas también ha sido resaltadas por el alcalde, quien ha apuntado que muchos negocios de la ciudad, sobre todo de la hostelería y los comercios, «van viviendo durante todo el año porque en los sanfermines tienen un empujón».