Maite Ubiria

La ARS de Nueva Aquitania aboga por el teletrabajo para atajar las variantes de covid-19

La Agencia Regional de Salud de Nueva Aquitania recomienda «siempre que sea posible» el teletrabajo dentro de su nuevo protocolo para atajar la expansión de las variantes, que ya alcanzan al 16% de los positivos por covid-19. Testado, aislamiento y retrorastreo son otras de las medidas a reforzar.

La ARS va reforzado hoy la apelación a extender el teletrabajo al reducir en un 20-30% el riesgo de contagio. (NAIZ)
La ARS va reforzado hoy la apelación a extender el teletrabajo al reducir en un 20-30% el riesgo de contagio. (NAIZ)

La llegada de las variantes de la covid-19 parece haber convencido a las autoridades de que es imperativo atender a las recomendaciones de los cuerpos científicos y médicos sobre la conveniencia de extender al mundo del trabajo la exigencia de reducir los contactos sociales para frenar al virus.

La ministra de Trabajo, Elisabeth Borne, ya hizo saber la semana pasada que el teletrabajo «no es una opción, sino la regla a seguir», y hoy, entrevistada en la emisora Franceinfo, ha exigido que se aplique esa medida, apuntando incluso con el dedo a sectores de actividad como la banca, las aseguradoras o los gabinetes de asesoramiento legal o profesional que «pueden pero no aplican el teletrabajo».

Los responsables de la Agencia Regional de Salud de Nueva Aquitania (ARS), máxima autoridad competente en todo lo relacionado con la pandemia en Zuberoa, Lapurdi y Nafarroa Beherea, han remachado el consejo.

Y es que se estima que con el teletrabajo se pueden rebajar en un 20-30% los contagios por covid-19.

Por lo demás, la comparecencia de la ARS ha servido para aportar los últimos datos sobre la evolución de la pandemia, pero sobre todo para actualizar las actuaciones a seguir con unas variantes que están ya aquí y que se expanden con mayor facilidad si cabe que la covid-19.

Primer dato, las tres variantes: británica, sudafricana y brasileña están en la región a la que pertenece administrativamente Ipar Euskal Herria. De hecho, representan ya un 16% de los positivos de covid-19, cuando en enero suponían apenas el 3%.

No obstante, y por evitar alarmismos, la cifra es algo engañosa, ya que hasta el 1 de febrero no han empezado a secuenciarse con más celo las pruebas positivas de covid-19, a fin de determinar si hay efectivamente presencia o no de una variante.

En todo caso, la nueva situación, ha explicado el consejero médico y científico que asesora a la ARS, Patrick Delhai, obliga a «ser más exigentes» con los protocolos.

No basta con aplicar los gestos barrera, ha remarcado, sino que hay que reforzar la capacidad de testado, respetar y aumentar el periodo de aislamiento y mejorar el retrorastreo, «pasos esenciales para cortar la cadena de contagio», ha dicho. Pero como la clave sigue siendo reducir los contactos sociales, el experto ha apelado expresamente a «recurrir siempre que sea posible al teletrabajo».

Desde hace días se han intensificado los intercambios entre el Ministerio de Trabajo y representantes de asociaciones de empresarios y sindicatos, de cara a «establecer la mejor fórmula» para extender el teletrabajo, recurriendo, entre otros métodos, «a un aumento de las inspecciones de trabajo», que la ministra Borne ha vuelto a poner hoy sobre la mesa, en caso de que falle la «concertación».

Protocolo contra las variantes

En la comparecencia de hoy, los responsables de la ARS se han centrado, en todo caso, en exponer con claridad las pautas a seguir para frenar la expansión de las variantes.

Patrick Delhai ha abogado así por sistematizar esa búsqueda de variantes en cada prueba de PCR o antígenos, y ha destacado como segundo elemento esencial «el retrorastreo», por lo que ha apelado a las personas que son caso de contacto, incluso en caso de prueba negativa, a ayudar a los rastreadores a escrutar el segundo círculo de relaciones, «porque se trata de cortar la cadena».

La decisión adoptada hoy por la Alta Autoridad de Salud de dar luz verde a los test salivares debería permitir mejorar la capacidad y condiciones del testado, y ya se anuncia el uso generalizado de ese sistema para los cribados en centros escolares a la vuelta del periodo de vacaciones de que disfrutan, desde el 5 de febrero, los escolares del norte de Euskal Herria.

Otra recomendación esencial para hacer frente a las variantes expuesta en la comparecencia de la ARS: extender el periodo de limitación de contactos así como el respeto estricto de los gestos barreras incluso después de haber salido del aislamiento, que pasa además de siete a diez días en caso de infección por alguna de las tres variantes.

«Se trata de relacionarse poco, con un círculo reducido de personas y siempre portando la mascarilla», ha resumido el asesor médico y científico de la entidad.

Ese carácter más exigente de los protocolos frente a las variantes –la que tiene más prevalencia actualmente es la británica– es el que avala, precisamente, la recomendación «reforzada» del teletrabajo, como también aconsejan, según la ARS, el mantenimiento de las últimas medidas adoptadas por el Gobierno francés, entre las que han citado el toque de queda a las 18.00 o el cierre de once grandes superficies comerciales en Nueva Aquitania –dos de ellas, Ametzondo y BAB2, sitas en Euskal Herria–.

Esas medidas han sido citadas expresamente en la vídeoconferencia, en la que no se hecho, sin embargo hincapié, en la cuestión de las fronteras y, en particular, a los ocho pasos cerrados en territorio vasco, antes en razón de la «lucha antiterrorista» y ahora para «evitar la expansión de la pandemia y, en particular, de las nuevas variantes», atendiendo a las explicaciones recurrentes del prefecto Eric Spitz.

Ligera bajada, pero situación frágil

Aunque a falta de datos exhaustivos de los tres territorios del norte de Euskal Herria sea difícil ofrecer un diagnóstico de la situación pandémica en Iparralde, hay indicadores que apuntan en la buena dirección.

Los casos siguen una senda descendente en las últimas semanas en la estadística de Nueva Aquitania, y son notablemente mejores en el departamento de Pirineos Atlánticos en relación a la región.

Mientras la tasa de incidencia en Nueva Aquitania se sitúa ligeramente por encima de la barrera de los 150 casos por 100.000 personas (exactamente en 154), ese medidor marca 85 en el caso del departamento que incluye a Ipar Euskal Herria y Bearne. Actualmente es el departamento de los doce que integran Nueva Aquitania con menos incidencia de la pandemia.

Con todo, los responsables de la ARS han hablado de «ligera mejoría», han insistido en «esperar a las próximas semanas» para ver si se confirma esa evolución positiva, y por encima de todo han calificando en todo momento de «frágil» la situación, en razón, precisamente, de esa presencia activa de las variantes del virus.

Datos de la vacunación

La vacunación, que arrancó tarde en el Estado francés con respecto a otros socios de la UE, y que, pese a los mensajes de coach, del tipo «entre todos, lo conseguiremos», a que se consagran estos días las autoridades francesas, avanza pero no al ritmo deseado, es el elemento más esperanzador en este escenario de la pandemia.

En Pirineos Atlánticos han recibido al menos una dosis de vacuna 28.171 ciudadanos. En la escala regional (5,9 millones de habitantes), a 9 de febrero habían sido inoculadas con la primera dosis 227.788 personas, pero solo 42.985 habían completado la vacunación.

Una cifra que equivale al 3,8% de la población de Nueva Aquitania, y que es a todas luces muy baja, por más que los responsables de la ARS hayan tratado de justificar hoy que ello se debe a que se ha dado prioridad a un segmento concreto de la población, por criterio de edad y vulnerabilidad.

Ese ritmo puede explicarse mejor por la recepción limitada de dosis. Nueva Aquitania ha recibido hasta la fecha, de acuerdo al informe hecho público hoy, 367.720 dosis de vacunas: 299.520 del compuesto fabricado por Pfizer, 15.600 de Moderna y 52.600 de AstraZeneca.

Tras los residentes, el personal sociosanitario, los mayores de 75 años y los pacientes de más de 65 años con enfermedades susceptibles de agravarse con la covid-19, a finales de mes deberían poder acceder a la vacuna, según lo anunciado hoy, las personas que hayan cumplido los 50 años y padezcan una enfermedad crónica. No hay fecha para la vacunación del resto de la población.