La Comisión independiente que investiga los abusos contra menores cometidos por miembros de la Iglesia católica en el Estado francés estima que desde 1950 ha habido al menos 10.000 víctimas. Así lo ha indicado este martes el presidente de la comisión, Jean-Marc Sauvé.

La cifra, que responde a una estimación provisional, tiene en cuenta los 6.500 testimonios ya recogidos por la Comisión, conocida como Ciase, así como las víctimas fallecidas y quienes no desean hablar.

«La violencia sexual a menudo engendra un trauma profundo que se traduce en un silencio prolongado que puede durar décadas. Las víctimas experimentan grandes dificultades para liberarse de la camisa de fuerza que puede ser una dependencia de la culpa en la que están encerradas», ha manifestado Sauvé.

Los trabajos en curso y, en particular la encuesta de población general –un cuestionario de cincuenta preguntas en el que los participantes deben señalar si sufrieron abusos sexuales cuando eran menores de edad– permitirán precisar la cifra total de víctimas, que quedará recogida en el informe de la comisión, previsto para setiembre.

«Estamos empezando a tomar conciencia de que la amplitud del fenómeno es masiva», ha manifestado el responsable de la comisión, quien estima que el número de atacantes podría rondar los 1.500.

Más acusaciones

Fuera del ámbito eclesiástico, los abusos sexuales a menores en el Estado francés han tomado relevancia recientemente al hacerse pública la acusación al politólogo y eurodiputado Olivier Duhamel.

Asimismo, el productor de cine y actual presidente del Centro Nacional Cinematográfico (CNC), Dominique Boutonnat, fue arrestado en febrero tras haber sido acusado por su ahijado de agresión sexual y tentativa de violación.

Sucesos como estos se unen a una larga lista de denuncias en redes sociales bajo la etiqueta #MeTooInceste, que se hizo viral a principios de año con casos de otras víctimas que sufrieron abusos en el ámbito familiar.