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Donostia

1979, cuando Telesforo Monzon ponía en pie el Velódromo

En este 40º aniversario del fallecimiento de Telesforo Monzon, la voz del histórico líder abertzale puede seguir escuchándose, por ejemplo, haciendo vibrar literalmente a las miles de personas que abarrotaban el Velódromo de Anoeta allá por 1979.

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1979, cuando Telesforo Monzon ponía en pie el Velódromo

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Telesforo Monzon en un mitin de la izquierda abertzale.
Telesforo Monzon en un mitin de la izquierda abertzale.

Como se puede escuchar en este audio conservado en los fondos de Iratzar Fundazioa, los mensajes de Telesforo Monzon eran acogidos con fervor por la militancia de la izquierda abertzale en aquellos mítines multitudinarios que caracterizaron la vida política en Hego Euskal Herria tras la muerte del dictador Francisco Franco.

El Velódromo de Anoeta, en Donostia, se convirtió en uno de los escenarios que eran utilizados, tanto por los medios de comunicación como por las propias formaciones políticas, para ‘calibrar’ el respaldo popular de cada opción, y no solo en campaña electoral.

En este mitin celebrado en 1979, al año siguiente de la fundación de Herri Batasuna, Monzon hace referencia, entre otras cuestiones, al debate sobre la relación que podía haber entre el Estatuto de 1936 y el de 1979.

«Un Gobierno Vasco con un Ejército de 50.000 hombres»

Como sostenía HB, Monzon pone de relieve que el denominado Estatuto de Gernika no satisfacía las aspiraciones soberanistas de buena parte del espectro abertzale.

Y hacía esa reflexión con una perspectiva histórica sin igual, ya que él fue uno de los protagonistas de los hechos ocurridos cuarenta años antes.

«¿Quién os ha dicho a vosotros que el Gobierno Vasco era fruto del Estatuto de 1936? Un Gobierno que tuvo a sus exclusivas órdenes un Ejército de 50.000 hombres equipados por él, mandados por él, armados por él, dirigidos por el –explicaba–.

«¿Esto estaba en el Estatuto de 1936? ¿Eso es lo que vamos a tener ahora con el Estatuto de 1979? Pues decidmelo, porque yo voy a correr a votar», comentaba con ironía.

Los gritos de «Independentzia!» interrumpían su discurso cuando exclamaba que, desde 1936 a 1979, «¡han nacido cien pueblos soberanos y libres!».

La lucha armada, «no por voluntad propia»

En el mismo documento sonoro hay una corta entrevista, en euskara, en la que el periodista pregunta a Monzon sobre las razones de que «un sector muy importante» practique la lucha armada.

«No por voluntad propia, de eso podemos estar seguros –responde–. Creo que este sector está deseando que se callen las armas más que nadie. Y se pueden callar, se pueden callar del todo. Pero para eso hay que cambiar las condiciones de hoy y el ambiente de hoy. Con este estatuto, por lo menos yo lo veo, no hay armas en silencio».