La Audiencia de Zaragoza juzgará del 12 al 19 de julio a tres miembros de una banda acusados de matar a un vecino de Getxo. Al parecer, atraían a sus víctimas mediante anuncios en la web Badoo, en los que ofrecían relaciones sexuales.

El grupo, liderado por un hombre de 35 años residente en la población zaragozana de Pedrola y su pareja, una mujer de 34, consiguió atraer mediante este sistema a mediados de 2019 a tres hombres que fueron citados en zonas alejadas de núcleos urbanos. Una vez allí eran asaltados por los acusados.

En dos de los casos, las víctimas, un hombre de 37 años y un vecino de Tutera de 59, consiguieron salvar sus vidas tras sufrir una «violencia extrema» a manos de sus asaltantes, la mujer que servía de cebo en Badoo y otros dos hombres.

Ambos fueron atados, introducidos por la fuerza en los maleteros de un vehículo, despojados de sus bienes, golpeados para que les dieran las contraseñas de sus tarjetas de crédito y abandonados maniatados en descampados lejos de zonas habitadas.

Uno de los recuerdos más intensos del vecino de Tutera, asistido por el letrado zaragozano José Cabrejas, son las palabras que profirió la mujer que le había captado cuando trataba de escapar maniatado y a pie en la oscuridad de la noche: «Mata a ese hijo de puta, que se escapa».

La tercera víctima, un vecino de Getxo, no tuvo tanta suerte ya que su cadáver fue localizado semienterrado en un paraje casi desértico, con signos de violencia y con tierra en los pulmones, lo que evidencia que fue enterrado aún con vida.

La venta del vehículo y un tatuaje

El fallido intento de venta del vehículo de la víctima, un Mercedes de alta gama, a través de una web y las imágenes capturadas en cajeros que permitían observar un tatuaje de una persona que sacaba dinero con las tarjetas sustraídas a la víctima facilitaron la identificación de los sospechosos. 

Las pesquisas culminaron el 3 de octubre de 2019 con las detenciones de Mohammed Achraf y Hedangeline Candy Arrieta en el almacén en el que se alojaban, en la calle del Plátano en Pedrola, donde los investigadores hallaron restos biológicos del fallecido así como algunos de sus bienes.

El tercer detenido, que se encontraba en Pedrola de permiso penitenciario cuando ocurrieron los hechos, reconoció que entró en un cajero con el rostro cubierto para hacer un favor a su amigo, pero rechazó haber participado en los asaltos y ser conocedor del origen de la tarjeta de crédito que utilizó.

Por estos hechos, el fiscal solicita penas que suman 58 años de prisión para la pareja e indemnizaciones de 4.700 euros para la primera víctima, de 17.000 para la segunda y de 120.000 para los hijos del fallecido, así como 16 años de prisión para el presunto cómplice.

El representante de la acusación particular en nombre de las dos víctimas que sobrevivieron, el letrado José Cabrejas, reclama penas que suman 18 años de prisión por presuntos delitos de pertenencia a grupo criminal, robo, lesiones y detención ilegal, así como indemnizaciones por un total de 44.600 euros.

El abogado de la familia de la víctima mortal pide para la pareja de acusados prisión permanente revisable por «asesinato», 6 años por «detención ilegal» y 2 más por «estafa o robo», y una indemnización para los dos hijos de la víctima de 327.468 euros.

Por su parte, las defensas solicitan la libre absolución de sus clientes al entender que no son responsables de los delitos imputados.