Los sindicatos ELA, LAB, ALE y Asprobank han indicado que el seguimiento de la jornada de huelga convocada en Kutxabank este miércoles ha sido «elevado» y ha sido secundado «por encima del 50%» de la plantilla.

Ha sido la segunda jornada de huelga convocada por esas centrales, tras la primera que tuvo lugar el pasado 18 de febrero. Entonces cifraron el seguimiento en más del 70%. La plantilla de Kutxabank reivindica unas condiciones laborales dignas para los 3.612 trabajadores del banco; de ellos, 2.625 en Hego Euskal Herria. Además de las dos huelgas, todos los viernes a mediodía llevan a cabo concentraciones.

Los trabajadores han llevado a cabo hoy concentraciones en Bilbo, Donostia y Gasteiz en las que han denunciado que la empresa «continúa con su intención de establecer el convenio sectorial estatal», con el fin de «abaratar costes por todos los medios, deteriorando no solo las condiciones de trabajo, sino la calidad del servicio que se presta».

Según han explicado en una nota, ello supondría un deterioro de las condiciones laborales, ya que «se aplicarían unas condiciones laborales inferiores a las actuales, entre las que destacan 90 horas de trabajo más al año y una bajada media del 39% en el salario».

También ha recordado que la aplicación de dicho convenio supondría «aplicar normas que parten de negociaciones en las que los trabajadores vascas no tendrán participación alguna».

Los trabajadores han asegurado que Kutxabank, con esta decisión, «ahonda en el desarraigo respecto a la sociedad que lo creó, y opta por la precarización de las condiciones laborales a cambio de un mayor beneficio a corto plazo, y que a medio plazo supondrá un deterioro irreversible tanto del servicio prestado como del propio beneficio empresarial».

Según los datos que han facilitado, desde la creación de Kutxabank hasta el año 2020 la plantilla se ha visto reducida en 1.887 personas, es decir, un tercio menos, y se han cerrado más de 130 oficinas en Hego Euskal Herria, más otras 300 en el Estado, «todo ello mientras aumentan sus beneficios».

«Las cargas de trabajo por el contrario, lejos de ajustarse al volumen actual de la plantilla, se han incrementado, lo que conlleva interminables prolongaciones de jornada y merma en la salud psicológica de muchas personas que trabajan en esta entidad», han asegurado.

Por todo ello, han vuelto a pedir a la dirección que «aborde, de una vez por todas, una negociación real que responda a las necesidades de la plantilla y de la sociedad», tras considerar que hasta ahora «no ha tenido ningún interés» en negociar.