«Tenemos que recuperar el entusiasmo, el orgullo y la ambición. Volver a la alegría, a la valentía, a querer ser protagonistas, porque este equipo puede hacerlo. Encontraremos seguro el camino para competir lo más rápidamente posible», ha asegurado el técnico rojiblanco en la previa del derbi.

En tono de arenga, el preparador asturiano ha recordado que «el próximo partido es el miércoles y tenemos que demostrar que lo del sábado fue un accidente. Este es un grupo unido y fuerte, sabemos qué nos lleva a ser un buen equipo. No son palabras, son hechos demostrados».

«Lo que nos interesa es cómo afrontamos la derrota y, a partir de aquí, nada más», ha añadido Marcelino después de admitir que «están siendo unos días muy duros» en el vestuario rojiblanco, que no van «a olvidar en muchísimo tiempo», como tampoco cree que deben ignorar «lo sucedido» en la final de La Cartuja.

Así, ha tildado de «malísimo» dicho encuentro en lo que correspondió al juego de ambos equipos, además de «mal dirigido por el árbitro». «Ganó el equipo que se aprovechó de un error del rival, pero también es cierto que nuestra propuesta ofensiva fue pobre. Para ganar una final hay que jugar mejor de lo que lo hicimos nosotros», ha entonado el mea culpa.

A su juicio, el algo más de un año de espera para la disputa de esta final generó «una carga mental y moral» a ambas escuadras de tal calibre, que ello explica el por qué «por primera vez en la historia, y no va a ocurrir más, un equipo gane una final sin tirar a puerta».

Habrá pasillo

«El grandísimo nivel de responsabilidad y querer complacer a la afición nos llevó durante el partido a perder la idea que creíamos que nos iba a llevar a la victoria. Nos generó imprecisión, dudas y agobio por perder. Y cuando eso sucede, te lleva a un bloqueo», ha ampliado.

Marcelino ha asumido su «frustración en el momento», por la forma en la que perdieron el partido, pero ha insistido en «aceptarlo, sin paños calientes», de cara a «poner soluciones». Ha confiado, así, en que esta «durísima derrota» se convierta en «un punto de partida para reiniciar el camino» hacia sus «convicciones» futbolísticas.

También ha zanjado cualquier tipo de polémica interesada en torno a la realización del pasillo a los campeones, confirmando tal homenaje por parte de sus futbolistas, «como corresponde» a «un club señor».

«Hemos dado una lección de cómo un equipo debe sufrir la derrota, con muchísimo dolor, y hemos tenido un respeto absoluto. Siempre hay que actuar con los demás como quieres que los demás actúen contigo», ha subrayado.