Arnaitz Gorriti

Bidaideak Bilbao BSR, a tres victorias de culminar su ascenso en la élite

Del 30 de abril al 2 de mayo, el club bilbaino disputará la Final a Ocho de la Champions Cup en la localidad alemana del Wetzlar, y en el mes de mayo se decidirá si consigue su primer título de Liga, en el que es líder a falta de solo tres jornadas para acabar la competición doméstica.

El técnico Adrián Yáñez y el capitán Asier García, ante el cartel que reconoce a Bidaideak Bilbao BSR ganador de la Euroleague de 2019. (Marisol RAMÍREZ / FOKU)
El técnico Adrián Yáñez y el capitán Asier García, ante el cartel que reconoce a Bidaideak Bilbao BSR ganador de la Euroleague de 2019. (Marisol RAMÍREZ / FOKU)

«Durante esta temporada, las pocas veces en las que nos hemos puesto a hacer cábalas, ha sido cuando han llegado las derrotas y los peores partidos. Es cierto que estamos a tres partidos de proclamarnos Campeones de Europa, y a otros tres partidos de ganar la Liga, pero lo cierto es que en el horizonte solo está el partido del viernes ante Albacete».

Son palabras de Adrián Yáñez, entrenador de Bidaideak Bilbao BSR, en su estreno como técnico en un equipo en basket adaptado, después de años en el que Bidaideak ha estado dirigido por Esteban Núñez.

Un Bidaideak Bilbao BSR que este jueves pone rumbo a Alemania para, en la localidad de Wetzlar, disputar la Final a Ocho de la Champions Cup que ha organizado para esta campaña la Federación Internacional de Baloncesto en Silla de Ruedas.

«El año pasado nos clasificamos para los cuartos de final de la Champions League, a las puertas de la Final Four anual, pero con la irrupción de la pandemia y el confinamiento, tuvimos que parar. Y es por eso que ahora estamos en esta final a Ocho». Ahora es Asier García, su eterno capitán, el que habla. Horas antes de partir hacia tierras alemanas, reina la calma en la sede de Bidaideak, en Deustu, pero la ilusión es máxima.

Ahora bien, más allá de aspirar a un título o a más de uno, Bidaideak Bilbao BSR tiene en su haber un historial ascendente, en el que verlo en la pelea por los títulos cada vez asombra menos.

«Decir si este es el mejor año de Bidaideak es complicado», insiste el capitán. «Lo que hay que valorar ante todo es la trayectoria. Llegar a la élite es complicado en casa y a nivel internacional, todavía más. Conseguimos ese primer título europeo en el año 2018 –en realidad, fue en 2019 mientras que en 2018 alcanzaron el subcampeonato de la Euroleague y de la propia Liga BSR– y hemos rozado el título de Liga y de Copa, y este año volvemos a estar cerca. Más que valorar esta temporada, que está siendo excelente y que tal vez acabe siendo la mejor de la historia del equipo, lo que hay que valorar es la trayectoria de los últimos seis o siete años, en los que el equipo no ha dejado de crecer», apostilla Asier García, la cara más visible y una de las almas del equipo bilbaino.

«Cuando coges las riendas de un equipo que ya está trabajado y peleando en las finales, ya ves que tiene una base sólida. La cuestión es pulir pequeños detalles para que el grupo sea competitivo semana tras semana. La adaptación, bajo estas circunstancias de la pandemia, no está siendo fácil, pero el trabajo de los jugadores, en el que varios de ellos llevan muchos años jugando en el club, te facilitan la aclimatación. Así, poco a poco se ha ido consiguiendo lo que esperábamos, tanto yo de ellos como ellos de mí», añade Adrián Yáñez, que ofrece una situación de anormalidad conocida por todos como es la pandemia del covid-19, como obstáculo añadido para acometer la campaña.

No fue fácil gestionar el mazazo que supuso parar todas las competiciones, tanto a nivel mental, como a un nivel físico, ya que tuvimos que hacer un trabajo extra desde nuestros domicilios, al que no estábamos acostumbrado

Una campaña en la que Bidaideak lidera la competición doméstica con un balance de 17-2, pero con el valor añadido de no haber tenido que aplazar ni un solo partido, luego de haber tenido solo dos casos positivos a lo largo del año, uno de ellos en pretemporada, con lo cual el ritmo de entrenamientos y preparación de partidos ha sido siempre constante, muy diferente al de rivales directos de la escuadra bilbaina –Albacete, Gran Canaria y sobre todo Ilunion, el «coco» del torneo doméstico y uno de los favoritos a nivel continental–, que sí van a tener que hacer el esfuerzo extra de recuperar sus partidos atrasados a cuenta del coronavirus.

«No fue fácil gestionar el mazazo que supuso parar todas las competiciones, a nivel doméstico y europeo, como que se aplazaran los Juegos Paralímpicos, tanto a nivel mental, como a un nivel físico, ya que tuvimos que hacer un trabajo extra desde nuestros domicilios, al que no estábamos acostumbrado. Y cuando empezamos a trabajar, teníamos la duda de cómo íbamos a poder competir», recuerda un Asier García que hace de la mentalidad y de la competitividad su bandera, ahora que, paso a paso, se acerca a los 40 años de edad.

«En los entrenamientos se trataba mucho el aspecto físico, pero la mayor duda era el tema mental, porque no sabíamos cómo iba a ser la competición cuando empezase en octubre. Ese trabajo de mes, o mes y medio de pretemporada fue muy importante, ya que empezamos la temporada con muy buena sintonía como grupo y muy bien preparados físicamente. A partir de ahí, fuimos despejando esas dudas que teníamos», explica Asier.

«En lo que se refiere a los protocolos sanitarios, PCRs y demás, para todos los deportistas está siendo algo complejo, pero la temporada iba a depender en gran medida en lo que nos cuidásemos como personas fuera de las canchas, y en ese sentido el grupo ha respondido a la perfección, y también hay que poner en valor cómo ha gestionado el club todo esto, ya que somos de los pocos equipos de División de Honor que no ha tenido que aplazar ningún partido por contagios. Los protocolos son los que marcan el Gobierno de Lakua y el Consejo Superior de Deportes y como creo que hemos cumplido bien, ahí está el resultado. Así nos hemos acostumbrado a nuestra ‘nueva anormalidad’, pero esperemos que en un tiempo no muy lejano podamos volver a nuestras vidas normales», añade el capitán, mientras el entrenador asiente.

La continuidad como virtud

«Cuando empezamos hacia mediados de junio, debíamos tener en mente que había jugadores que llevaban casi seis meses sin saltar a cancha, sin tirar a canasta... Aquello fue un período de aclimatación en el que los jugadores tenían esa motivación y esas ganas de volver a la competición. Aquello se hizo real, pero sin el trabajo de todos, incluyendo los factores externos, en el que se incluye el cuidarnos todos, independientemente de que seamos una burbuja, el trabajo ha sido de diez», subraya Adrián Yáñez, que en su estreno al frente de Bidaideak se ha encontrado en la situación más dura y también en la competición más dura.

Varios jugadores llevan compitiendo juntos desde hace muchos años y han compartido cosas buenas y no tan buenas. Ellos conforman una pequeña familia y esa, para mí es una de las claves fundamentales de todo esto

La competición más dura, ya que cuatro de los doce equipos que forman la División de Honor de la Liga BSR, estarán en tierras alemanas –Albacete, Ilunion y Gran Canaria, aparte del club bilbaino–. Y bajo esta premisa afronta Bidaideak la temporada más complicada en las ligas más duras, y con la esperanza de ganar ambas competiciones.

«Varios jugadores llevan compitiendo juntos desde hace muchos años –principalmente Asier García, David Mouriz, José Centeno, Txema Avendaño, Jannik Blair o Xabier Iragorri– y han compartido cosas buenas y no tan buenas. Ellos conforman una pequeña familia y esa, para mí es una de las claves fundamentales de todo esto. Al final, si todos remamos hacia el mismo lado, los objetivos se consiguen», subraya el técnico de Bidaideak.

A lo que remacha Asier García que «no está siendo nada fácil. Estamos pasando muchas horas juntos, como cada año, pero los equipos necesitan tener cierto feeling fuera de ella, sin que haga falta ser los mejores amigos del mundo, pero sí cumplir ciertas rutinas grupales que vienen bien. Solíamos hacer cenas una vez cada 15 días, juntarnos como grupo fuera de la pista... Eso suele ser positivo, pero este año no hemos podido hacerlo. Pero aun así, el grupo no se ha erosionado y seguimos siendo una piña».

El capitán añade que, «pese a haber perdido al estadounidense Joshua Turek y al australiano Tom O'Neill-Thorne, el hecho de haber hecho solo dos cambios, con la llegada de Jordi –Ruiz– y Jhon –Hernández–, y a Jordi lo conocíamos de la selección española, las piezas han sido fáciles de encajar. Otros equipos han hecho más cambios y esa, al final, ha sido una de nuestras ventajas. Somos un club de élite, pero en lo presupuestario más bien modesto, de media tabla o quizá media-baja, pero el club se fija mucho no solo en el jugador, sino en qué tipo de persona se ficha; eso facilita mucho las dinámicas de grupo y el grupo se ha comportado estupendamente, ya que ha estado cohesionado desde el principio».

Las ligas más duras

Así que, con las horas para el viaje y los partidos descontando –Bidaideak jugará ante Albacete el viernes 30 a las 17.30, en una eliminatoria directa y sin opción al fallo, semifinales el sábado 1 de mayo y final el 2 de mayo– y las fechas para los tres últimos partidos de la Liga BSR viniendo encima, con tres fechas clave a partir del 8 de mayo: el derbi frente al Zuzenak de Gasteiz, el partido que quizá dé el título doméstico ante el todopoderoso Ilunion y el duelo final, de fiesta o tensión, ante el Fundación Aliados de Valladolid, el conjunto bilbaino vela armas para el que será el mes más importante de su existencia, en un camino en el que resta lo más difícil.

«Personalmente, odio la expresión ‘partido a partido’», confiesa Asier García, «pero no podemos mirar más allá. En los últimos años todos reconocen que nuestra Liga es la más dura del mundo, y esta temporada solo hemos perdido dos partidos. El año pasado nos metimos en los cuartos de final de la Champions League, a las puertas de la Final Four. Nos espera el mayor espectáculo del Basket en Silla de Ruedas, quizá con la excepción de Galatasaray y Besiktas, que por motivos sanitarios han decidido no inscribirse, ya que la pandemia no les ha dejado arrancar sus ligas. Vamos a enfrentarnos a equipos como Albacete, con buenísimos jugadores, y si ganamos, esperan otros rivales en los que hay estrellas de nivel mundial», apostilla.

«El trabajo mental está en ganar a Albacete, sin mirar más allá», remacha el entrenador Yáñez. «Pase lo que pase ahí, luego vendrá el final de la Liga, donde no podemos hacer cábalas. Pero sabemos que estamos a tres partidos de ganar la Champions Cup de Europa y otros tres de llevarnos la Liga. Al final veremos si es que ganamos una u otro ninguna o las dos. Pero ahora, solo podemos centrarnos en Albacete, sin mirar qué puede venir después».