Iñaki Iriondo-Ramón Sola

Iceta apunta que el «control judicial» sigue en Madrid al transferir Prisiones a Lakua

Los gobiernos de Lakua y Madrid han firmado este lunes transferencias pendientes comprometidas, entre las que destaca la penitenciaria. En declaraciones previas, el ministro Iceta han querido remarcar que las decisiones finales sobre grados y demás seguirán dependiendo del Juzgado Central.

Iceta, con los consejeros Garamendi, Erkoreka y Aspiazu, hoy en Bilbo. (IREKIA)
Iceta, con los consejeros Garamendi, Erkoreka y Aspiazu, hoy en Bilbo. (IREKIA)

Pasadas las elecciones de Madrid, el ministro español Miquel Iceta y los consejeros de Lakua correspondientes han suscrito este lunes varias transferencias comprometidas antes y pendientes de firma. Se trata de la gestión de las tres cárceles de la CAV, el transporte por carretera, el edificio Distrito Marítimo de Ondarroa y la gestión del código bibliográfico ISSN. Cuando el 17 de abril se anunció el acuerdo se habló de la posibilidad de que hubiera más transferencias que finalmente no se han producido.

Entre las competencias sobresale claramente la competencia de prisiones, por su impacto y por afectar a una cuestión muy sensible políticamente. En declaraciones previas a Radio Euskadi Iceta ha dicho temer las reacciones contrarias y ha querido prevenirse recordando algo sabido: que en última instancia las decisiones penitenciarias siguen pudiendo ser recurridas ante los jueces y en concreto al Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria, dependiente de la Audiencia Nacional.

Este traspaso atañe a 966 personas presas, que son las que están ahora encerradas en Zaballa, Martutene y Basauri. De ellas 37 son miembros de EPPK, tras las repatriaciones (todavía escasas) puestas en marcha por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias del Gobierno español.

Las competencias transferidas se materializarán realmente tras el verano, concretamente el 1 de octubre.

Además, en Radio Euskadi el ministro Iceta ha añadido que espera sellar un nuevo paquete de transferencias (pendientes desde la aprobación del Estatuto en 1979) antes de que concluya 2021. Y ha concretado tres de ellas: «El Ingreso Mínimo Vital (IMV), la política de inmigración y Cercanías».

«Hay muchas cosas que hacer. El trabajo por el desarrollo del Estatuto sigue adelante y tendrá rendimientos», ha asegurado Iceta, que ha precisado que «se irán viendo qué cosas son más factibles o plantean dificultades».

Lakua habla de fórmula de éxito

El vicelehendakari primero, Josu Erkoreka, y la consejera de Gobernanza Pública y Autogobierno, Olatz Garamendi, han hablado de «éxito» por la consecución de estas cuatro transferencias, que a su entender «ponen en su lugar la labor de la política» y el camino elegido históricamente por el Ejecutivo de Lakua, el de la negociación y el acuerdo. De esta forma se ha logrado que 42 años después de la aprobación del Estatuto de Autonomía se sumen ahora cuatro nuevas competencias, entre ellas la gestión del ISSN de los libros editados en la CAV.

Garamendi ha subrayado que el Gobierno autonómico seguirá trabajando como hasta ahora, «huyendo de la descalificación» y siendo «refractario al conflicto». De esta forma abordará la negociación de las decenas de transferencias pendientes, en base al cronograma presentado en su día por el Gabinete de Pedro Sánchez y que ya se está retrasando. El ministro Miquel Iceta ha planteado la posibilidad de que haya una nueva reunión de la Comisión Mixta de Transferencias antes de que acabe 2021.

Por su parte, el vicelehendakari primero, Josu Erkoreka, ha llamado la atención sobre que «cada transferencia es un trabajo de artesanía», por la «singularidad» del Estatuto de la CAV y «por la especialidad de nuestro sistema de financiación», basado en el Concierto Económico y el Cupo. Erkoreka ha insistido en que «más autogobierno es más bienestar».