El pasado 23 de mayo cientos de personas salieron a las calles en Donostia para denunciar «la violenta represión del Gobierno de Duque contra las personas manifestantes en Colombia, el estado de Guerra del Sahara Occidental que resiste frente a la ocupación marroquí, la ofensiva militar contra la población Palestina en Gaza a manos del ejército de Israel y la violencia y opresión que sufre el pueblo de Kurdistán».

El 18 de junio distintas organizaciones políticas, sindicales y sociales volverán a hacer lo propio, en Bilbo, «en solidaridad con los distintos pueblos en lucha del mundo». Según apuntan en una nota, «ampliamos nuestra reivindicación en un momento en el que no podemos dejar de recordar la lucha en América Latina para abrir nuevos caminos de justicia y esperanza en Abya Yala. La lucha de los pueblos originarios por su derecho a existir, la vulneración constante de los derechos humanos y los diferentes conflictos también en África y en Asia donde constantemente se atenta contra la vida, así como las sanciones y bloqueo impuestos a diferentes países».

Con esta nueva movilización reivindicarán «el derecho de los pueblos a existir y decidir sobre su futuro, el derecho universal a la protesta y la paz». Asimismo, quieren denunciar «todo tipo de discriminaciones y vulneraciones de derechos humanos que a día de hoy siguen reproduciéndose en distintas partes del mundo por cuestiones ideológicas, raciales y de género».

Entienden que «todas estas luchas se conectan» y «hoy más que nunca se hace necesario alzar las voces contra los sistemas y estados capitalistas, ecocidas, hetero-patriarcales, neo-coloniales y fuertemente militarizados». Del mismo modo, han querido recordar a las personas que se ven obligadas a migrar. «Desplazamientos que están directamente relacionados con un cambio climático cada vez más evidente y por supuesto por las relaciones desiguales entre el norte y el sur global que a día de hoy siguen reproduciéndose». Por ello, también reivindicarán el derecho al asilo y al refugio de todas las personas que se ven obligas a huir de la violencia, los conflictos y persecución en sus países de origen.

«Hoy y siempre es importante y necesario señalar las causas que están en el fondo de esta cuestión y tienen que ver con empresas que expolian recursos naturales, leyes de extranjería, sistemas que reproducen desigualdades también en las relaciones norte-sur, junto con un capitalismo voraz que sigue encontrando las vías para seguir creciendo y acumulando riqueza a costa de las vidas de tantas y tantas personas».