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Moción en Donostia para que Defensa entregue los terrenos de Loiola, la hípica y Lore Toki

Los grupos municipales de EH Bildu y Elkarrekin Donostia han presentado una moción para que el Ministerio español de Defensa entregue de forma gratuita al Ayuntamiento de Donostia los terrenos de que dispone en la capital.

Acto de presentación de la moción en el Ayuntamiento de Donostia. (Maialen ANDRÉS/FOKU)
Acto de presentación de la moción en el Ayuntamiento de Donostia. (Maialen ANDRÉS/FOKU)

La propuesta de estas dos formaciones políticas, que cuenta con el respaldo de más partidos, sindicatos y organismos sociales, insta al Gobierno municipal a que solicite al Ministerio de Defensa «la entrega gratuita a la ciudad de los terrenos en los que se encuentran los actuales cuarteles de Loiola, así como los de la hípica y Lore Toki».

Asimismo, le insta también a que, «atendiendo al compromiso de esta ciudad por la paz y por la desmilitarización, se comprometa a impedir la construcción de otro cuartel que sustituya al actual, entendiendo que en los terrenos de la hípica se pueden construir equipamientos sociales, sanitarios, culturales, etc., más útiles para la ciudadanía».

La iniciativa, que se presentará en Pleno, cuenta con el apoyo de la plataforma Kuartel Berririk Ez, de la que forman parte los siguientes agentes: Bake Ekintza Antimilitarista, Asamblea Feminista de Donostia, Ehun Ehuntzen, Ernai, Eguzki, Ikama, Jaizkibel Militarrik Gabe, Comité Internacionalista, Ongi Etorri Errefuxiatuak, Satorralaia, Setem, CGT, CNT, ELA, ESK, LAB, Steilas, Alternatiba, Antikapitalistak, EPK, Plazandreok, Sortu, Cartel de Derechos Sociales de Donostia eta Piztu Donostia. Integrantes de la plataforma han comparecido junto con los concejales Markel Ormazabal (EH Bildu) y Haizea Garay (Elkarrekin Donostia).

Antecedentes de la moción

Las dos formaciones firmantes afirman que «el último pacto presupuestario entre el Gobierno del Estado y el EAJ-PNV recoge la siguiente enmienda: El Gobierno procederá, durante el ejercicio 2021, a enajenar al Ayuntamiento de Donostia los terrenos que en la actualidad ocupa el acuartelamiento de Loyola».

En este sentido, recuerdan que «en febrero de 2021, el Ayuntamiento de Donostia y el Ministerio de Defensa constituyeron una comisión técnica encargada de ‘realizar una valoración exhaustiva de los posibles aprovechamientos urbanísticos en la parcela de los acuartelamientos’, así como para “analizar cuestiones relacionadas con el planeamiento urbanístico futuro de la zona».

En la propuesta de EH Bildu y Elkarrekin Donostia se dice que en la Comisión de Servicios a las Personas del 14 de junio de 2021, el alcalde, Eneko Goia Laso, señaló que «el Ayuntamiento de San Sebastián ha concluido los primeros trabajos que debe presentar en la citada comisión técnica, por lo que están a punto de fijar el cara a cara con el Ministerio de Defensa para tratar los aspectos técnicos».

Historia de la capital

Afirman que Donostia fue «durante siglos, una plaza militar y, a lo largo de todos esos años, sufrió las consecuencias de varias guerras. La población donostiarra, dedicada a la pesca, al comercio, a la ganadería y a la agricultura, fue víctima de decenas de ataques, masacres y quemas, de entre las cuales la más recordada es la de 1813. Tras cada destrucción, esta hermosa ciudad fue reconstruida entre todos y todas las donostiarras».

Relata el comunicado que «cuando, por decisión municipal, se derribaron las murallas y se renunció al estatus de plaza militar, se apostó decididamente por una ciudad abierta, civil y respetuosa. Sin embargo, en el último gran conflicto, en 1936, esta ciudad sufrió terribles escenas de represión y asesinato por parte de las fuerzas golpistas».

Añaden que en las últimas décadas «la ciudadanía donostiarra ha manifestado su solidaridad con los pueblos que han sufrido y sufren guerras. La ciudad, en el referéndum de 1986, se pronunció en contra de la OTAN, y miles de insumisos donostiarras se negaron a cumplir con el servicio militar obligatorio».

En su opinión, en la actualidad Donostia «debe reforzar y ratificar su apuesta de ciudad por la paz y la resolución de conflictos. Esta apuesta exige también la adopción de compromisos por parte las instituciones municipales».

No a un nuevo acuartelamiento

Mantienen que la capital guipuzcoana está «exenta de pago por los terrenos en los que se ubica el actual cuartel del ejército en el barrio de Loiola: La cantidad abonada por el Ministerio de Defensa a un particular en 1920 por los terrenos en los que se construyó el actual cuartel es inseparable de los procesos históricos de acaparamiento militar y de las sucesivas ventas especulativas de espacios públicos que sufrió San Sebastián en siglos anteriores: la ciudad tuvo que pagar importantes cantidades para poder recuperar, para usos civiles, espacios como Urgull, Alderdi Eder y Ondarreta. Es hora de suspender los continuos procesos de pago por la declaración de San Sebastián como ‘plaza militar’».

EH Bildu y Elkarrekin Donostia añaden que «el pago de estos terrenos de Loiola no es un simple acuerdo económico entre el Ayuntamiento y la Administración del Estado: Tras 30 años de bloqueo especulativo, los militares pondrán precio a este terreno y, por lo tanto, condicionarán lo que se vaya a construir en dicho emplazamiento. Será un pago directo a las arcas del Ministerio de Defensa, que alimentará una política basada en una defensa armada estéril que no impide ni resuelve el origen de los conflictos».

Además, resaltan que el Gobierno español ha expresado su deseo de construir un nuevo cuartel al otro lado del Urumea, a lo que responde «no necesitamos cuarteles antiguos ni nuevos, ni en San Sebastián ni en ningún otro lugar del mundo: el gasto militar debe destinarse a inversiones y alternativas sociales, sanitarias, culturales, medioambientales... con el objetivo de mejorar la seguridad humana y no perpetuar modelos securitarios militarizados que han fracasado».

Finalmente, resaltan que la desaparición del actual cuartel de Loiola «no implica necesariamente la construcción de un nuevo cuartel. Es más, creemos que hay que apostar por procesos generales de desmilitarización de las sociedades, como políticas económicas internacionales más justas, resolución no violenta de conflictos, industria armamentística orientada a la producción civil…».