«No aceptamos fomentar el turismo masivo desproporcionado a cualquier precio. No estamos en contra del turismo, sino de este modelo turístico. Todavía recordamos las imágenes del verano pasado; más turistas que en los últimos años en Lapurdi e imágenes inusuales en el interior: aparcamiento y escombreras salvadas en los montes y en los alrededores de los arroyos por la avalancha de gente», han denunciado los activistas, tras desplegar pancartas fuera de la oficina.

Además, han recordado que un excesivo peso del turismo repercute en el precio de la vivienda e impide que se afinque población. «No aceptamos que por especulación no se puedan alquilar o comprar viviendas en nuestros pueblos. Iparralde no puede convertirse en una carta postal que deleite a los turistas ricos», han manifesatdo.

Frente a ello, los jóvenes activistas han reivindicado un modelo económico para Ipar Euskal Herria que no dependa tanto de un modelo turístico que tiene su repercusión, también en el medio ambiente. «Necesitamos es una diversificación económica que priorice el cultivo y los ámbitos de trabajo que cubran las necesidades básicas de quienes viven en este país durante todo el año».