Ramón Sola

Las cárceles de Andalucía, sin presos vascos tras los siete acercamientos anunciados hoy

Los últimos cuatro presos políticos vascos que quedaban en cárceles andaluzas van a ser acercados, con lo que se cierra la fase más cruda de décadas de dispersión y alejamientos. Hay otros tres movimientos.

Marcha a Puerto de Santa María en 2017. (Marisol RAMIREZ | FOKU)
Marcha a Puerto de Santa María en 2017. (Marisol RAMIREZ | FOKU)

El primer día de julio ha llegado una noticia largamente esperada y sin duda histórica: dejará de haber presos políticos vascos en cárceles andaluzas, como ocurrió antes en Galicia, Extremadura o las del Mediterráneo. Instituciones Penitenciarias ha anunciado este jueves el traslado de cuatro presos, los últimos que quedaban en la prisión de Puerto de Santa María (Cádiz).

Se trata de Jesus Mari Etxeberria, Oskar Barreras, Dani Pastor e Iñaki Bilbao Goikoetxea, que serán llevados a cuatro cárceles diferentes al norte de Madrid.

En concreto, Etxeberria pasará a Mansilla (León); Barreras irá a Logroño; Pastor, a Zuera (Zaragoza); y Bilbao, a Topas (Salamanca). Todos ellos pasan a estar clasificados en segundo grado.

Con ello se pone fin a más de tres décadas de encierros sistemáticos en esa parte de la Península, que abocaban a los familiares a viajes de más de 2.000 kilómetros en algunos casos. Una reclusión acompañada además del régimen más estricto (primer grado) y a menudo del aislamiento. Allí han fallecido estos siete últimos años dos presos vascos: Arkaitz Bellon y Xabier Rey.

En el momento en que ETA puso fin a la lucha armada, en 2011, en las cárceles andaluzas había 146 presos y presas vascas. Estaban distribuidos entre nueve penales: Puerto, Algeciras, Málaga, Granada, Córdoba, Sevilla, Jaén, Huelva y Almería Esta cifra ha ido en descenso muy lentamente hasta acelerarse el proceso y tocar a su fin este 2021.

Tres repatriaciones

Se ha anunciado además este jueves el traslado a Euskal Herria de Andoni Murga, muy cerca ya de cumplir condena, de Jon Zubiaurre y de Liher Aretxabaleta.

Murga pasará los últimos días de 25 años de castigo en Martutene, mientras que ahora estaba en Zuera. En cuanto a Zubiaurre y Aretxabaleta, pasarán de Burgos a Zaballa.

Con estos anuncios sobre la mesa, Etxerat ha actualizado el mapa de las cárceles en que se encuentran los presos y presas de EPPK, que queda así.

Nueva realidad para Sare y Foro Social

Con este anuncio puede entenderse como cumplida una primera parte de la erradicación de la excepcionalidad carcelaria: el alejamiento más allá de Madrid. La situación ha sido corregida desde enero a esta parte, como reflejan los datos de este informe reciente de Behatokia. Así, en enero pasado todavía el 28% de Euskal Preso Politikoen Kolektiboa estaba a más de 600 kilómetros de casa en el Estado español y ahora ya no habrá un solo caso cuando se materialice el anuncio de Instituciones Penitenciarias.

A esta nueva realidad se ha referido Sare, a través de Joseba Azkarraga, nada más trascender la noticia: «Empieza una nueva fase muy importante en nuestro país, que es desarrollar el camino de regreso a casa de todos y todas las presas. Es un alivio que cada día estén más cerca, pero aquí no termina nada. Aquí se inicia un proceso de regreso a casa a través de la progresión de grados. Este será un objetivo para Sare y la sociedad vasca que tenemos que conseguir en poco tiempo, lortuko dugu».

También el Foro Social Permanente ha considerado que esta decisión «da por concluida la primera fase del proceso de reintegración de personas presas. Entramos de lleno en la segunda fase que definimos el martes con siete puntos».

En ellos se recoge la progresión de segundo a tercer grado, los permisos de salida ahora denegados, el descuento de condenas cumplidas en otros estados que sigue vetado en el español... y en último término la cuestión de la ley 7/2003 de José María Aznar que establece cumplimientos de condena de hasta 40 años.