Disputa sin goles en el empate entre Sanse y Burgos (0-0)

Anoeta ha acogido el penúltimo encuentro de pretemporada del filial txuriurdin, que la próxima semana se enfrentará al Mirandés.

Djouahra ha inquietado muchísimo a la zaga rival durante todo el encuentro. (Burgos FC)
Djouahra ha inquietado muchísimo a la zaga rival durante todo el encuentro. (Burgos FC)

Tercer partido consecutivo del Sanse ante un rival con el que compartirá categoría a partir del 14 de agosto. Esta vez ha sido el Burgos el que ha visitado Anoeta para disputar un partido que ha tenido mucha disputa y ningún gol, al menos legal, y que, como el de Mareo, ha dejado la sensación de que el filial txuriurdin no está ni mucho menos condenado al papel de cenicienta que suele adjudicarse a los recién ascendidos.

Xabi Alonso ha alineado de inicio a Zubiaurre; Blasco, González de Zárate, Arambarri, Zoilo; Pokorny, Aldasoro; Djouahra, Kortajarena, Martín; y Lespinasse. El primer tiempo ha sido de sus futbolistas, con especial protagonismo para Djouahra, que se ha adueñado de su banda y ha disfrutado de las mejores ocasiones, incluyendo un disparo al palo y otro potente disparo que ha exigido a Alfonso. Un centro de Blasco al filo del descanso, poco después de que un gol de Guillermo quedara invalidado por fuera de juego, también se ha estrellado en la madera. Pero, en su primer bolo sin Martón, el Sanse no ha sido capaz de batir a su rival.

Tampoco en la segunda parte, cuando se han ido incorporando Recio (46’), Sangalli, Peru Rodríguez, Alkain, Karrikaburu (p60’), Cantero, Magunazelaia, Marín, Gabilondo y Gorrotxategi (78’). No han faltado las ocasiones, de nuevo con gran protagonismo para Djouahra, tanto por sus irrupciones por banda como en las acciones a balón parado –poco ha faltado para que el cabezazo de Kortajarena en el segundo palo acabara dentro–, pero esta vez los donostiarras han sufrido más ante un rival que ha dado un paso adelante. Bien porque Julián Calero ha sido más rápido con los cambios y el Burgos ha notado el aire fresco, bien por la elección de los futbolistas, pero lo cierto es que el Burgos ha hecho más daño tras el descanso, cuando al Sanse le ha costado sacar el balón ante la presión rival y se ha visto en apuros por momentos. Al menos hasta que, ya en la recta final, la última tanda de cambios ha metido oxígeno y ha cortado el ritmo y el partido ha vuelto a equilibrarse, si no a caer del lado local. El resultado, en cualquier caso, ha sido el mismo y el partido ha acabado a cero.

Los donostiarras afrontan desde el lunes su penúltima semana de pretemporada, en la que disputarán el último amistoso anunciado. Será el próximo sábado en Zubieta ante el Mirandés (19.00).