La carrera de Robert Schwentke en Hollywood no ha sido nada brillante, hasta el punto de que para seguir sintiéndose cineasta ha necesitado volver a Alemania, como ocurría hace poco con su obra autoral y antibelicista, premiada en Donostia, ‘El capitán’ (2017). La culpa la tienen unos encargos profesionales con los que le es muy difícil poder lucirse, aunque por otro lado dispone de la ventaja de no tener que pelear en la taquilla con las grandes producciones, manteniendo así un perfil bajo.

Su nuevo trabajo pasa por ser también un perfecto ejemplo de material de relleno para engrosar la cartelera, ya que se trata de un ‘spin-off’ o derivado de la franquicia ‘G.I. Joe’. Al principio fueron largometrajes de animación, porque a fin de cuentas estamos hablando de una línea de juguetes llevada a las historias de ficción. La sociedad entre el estudio Paramount y la marca juguetera Hasbro no tardó en impulsar títulos de imagen real como ‘G.I. Joe’ (2009), que dirigió Stpehen Sommers, o ‘G.I. Joe: La venganza’ (2013), realizada por Jon M. Chu. En esas entregas el misterioso personaje del ninja enmascarado Snake Eyes fue interpretado por Ray Park, ahora reemplazado por Herney Goulding, que es al que le toca enfrentarse con su archienemigo Storm Shadow, a quien da vida Andrew Koji, en locas coreografías de lucha.