Arnaitz Gorriti

Saski Baskonia 2021/22: correr, luchar, competir al máximo y disfrutar

Lejos de los aires marciales de otros años pero sin dejar de lado el trabajo, este nuevo Saski Baskonia aprende a sonreír ante el trabajo que se le viene encima. En ese sentido, el sello lo marca Dusko Ivanovic, pero el aire fresco lo datan las ganas de sus jugadores.

Jayson Granger y Simone Fontecchio, dos de los grandes protagonistas de este remozado Saski Baskonia. (BASKONIA)
Jayson Granger y Simone Fontecchio, dos de los grandes protagonistas de este remozado Saski Baskonia. (BASKONIA)

Saski Baskonia ha protagonizado este viernes su anual Media Day, aunque ha pasado del Buesa Arena –en plena todo su alrededor vorágine por el Iron Man de Gasteiz– al BAKH. A diferencia de otras oportunidades, el habitual «desmadre» de medios entrevistando de uno en uno a los jugadores se ha vuelto en una suerte de rebaño controlado de periodistas a la caza de las palabras de unos Jayson Granger, Simone Fontecchio y Rokas Giedraitis, elegidos los tres por el club, para dar las primeras pinceladas desde el interior, sobre lo que se espera del cuadro baskonista esta campaña 2021/22.

Hay cosas invariables en el seno gasteiztarra, como la mención de la exigencia, pero al mismo tiempo, la palabra «disfrute» cada vez asoma más en los labios de los jugadores, alejados de las antiguas marcialidades en las que la pretemporada con Dusko Ivanovic parecía el trasunto de una «Boot Camp» de los marines.

El tiempo pasa, nos vamos haciendo viejos, pero las ilusiones se reviven, en un equipo que pretende ser competitivo y ligero: defender, robar, correr y hacer disfrutar, una suerte de «Carpe Diem» baloncestístico en el que los objetivos a largo plazo sigue aún en el largo plazo.

«El jugador tiene que tener en su cabeza la idea de alcanzar las cotas más altas posibles: finales, eliminatorias, títulos... pero ante una temporada tan larga, es imposible señalar exactamente cuál es la meta a la que queremos llegar. Por mi parte, sé que nuestro primer partido es ante Valencia Basket, después de la Euskal Kopa ante Bilbao Basket. A partir de ahí, mi esposa sabe mucho mejor que yo contra qué rivales nos vamos a ir enfrentando después», ha declarado un Rokas Giedraitis muy distendido, mostrando un curioso «humor báltico», y que antes de mirar hacia dónde busca ir el equipo, ha explicado el porqué de su no marcha a la NBA.

«Por supuesto que ha habido ofertas, pero hablé con mi esposa, mi familia, para ver ese equilibrio en el que uno está bien dentro de la cancha porque se encuentra a gusto fuera. Gasteiz es una ciudad pequeña y tranquila, pero muy linda, y después de hablar con mi esposa decidimos que para qué nos íbamos a ir a otro sitio cuando aquí tenemos todo lo que necesitamos», ha indicado Giedraitis, convertido de golpe y porrazo, en uno de los veteranos del Baskonia, luego de haber debutado el año pasado en la Liga ACB.

Pero si hay algún veterano en este Saski Baskonia es Jayson Granger, que regresa del Alba Berlín –una coincidencia en la que Giedraitis, Fontecchio y Landry Nnoko también forman parte, mientras que Wade Baldwin IV procede del Bayern Múnich– y que, cerca de cumplir 32 años, es el capitán del equipo al ser un jugador veterano, base y casi magnánimo.

«Voy a cumplir 32 años pero al ver a tanta gente joven me siento como si tuviera 25. Por un lado, este Baskonia es muy distinto al que me fui, pero Dusko Ivanovic continúa, y su sello se ve en lo mucho que incide en defender y correr para conseguir puntos fáciles. Todavía nos queda conocernos más y en ese sentido, la pretemporada se hace un poco corta, pero vamos engrasando la máquina cada vez un poco mejor, pero esto tiene que ser un proceso para llegar de la mejor manera posible al principio de temporada y después cumplir con los objetivos a largo plazo».

En ese sentido, el uruguayo ha destacado su experiencia con Aíto García Reneses en Berlín para hacerle «recuperar la confianza» y verse «mentalmente más duro», aunque a veces sea supeditado al talento de un Baldwin de quien ha dicho que «físicamente es el mejor base que hay en Europa, mientras que lo veo progresar cada día en el tiro exterior».

Por su parte, las graves lesiones lastraron mucho a Granger su anterior etapa en Gasteiz, aunque pudo contribuir en la victoria de la Liga ACB de 2020 –y llega de Berlín con la Liga Alemana bajo el brazo–. En ese sentido, el base uruguayo ha admitido que esa «espinita» sigue ahí, al punto que quisiera tener un protagonismo mayor partiendo de tener buena salud.

«Mis entrenadores y compañeros confían en mí, y puedo jugar y disfrutar sin dolor ni molestias. Mentalmente me siento más fuerte que nunca, con la confianza recuperada tras haberla perdido aquí por culpa de las lesiones. eso es un triunfo para mí», ha recalcado.

Juntos y revueltos

Ver a Giedriatis y Fontecchio compartir la pista va a ser uno de los atractivos de este Saski Baskonia. Y tal vez uno de los calvarios, si es que no terminan de casar bien. Ambos jugadores han defendido su compatibilidad en la cancha. «Por supuesto que casamos bien», han afirmado los dos. «A mí me gusta echar más el balón al suelo, pasar...», ha expresado el alero lituano, mientras que Fontecchio ha subrayado que «por mi parte, aunque tengo cosas parecidas a Rokas, me gusta también jugar de espaldas al poste bajo. Llegado el momento, como puede ser con esta lesión de Alec –Peters–, soy capaz también de adaptarme a la posición de ala-pívot».

Llamado a ser uno de los jugadores más importantes, la falta de descanso veraniego quizá sea uno de los obstáculos que deberá superar Fontecchio, ya que ha tenido que jugar el Preolímpico y los Juegos Olímpicos antes de incorporarse casi sin frenar al cuadro baskonista. Quizá por ello el club lo está dejando un poco tranquilo en cuanto planes específicos con él.

«Ha sido un verano muy largo y muy lindo. No he podido descansar mucho, pero me encuentro bien», ha explicado el jugador transalpino, quien ha especificado que, «por el momento, Dusko solo me pide cosas sencillas, como son la defensa y el posicionamiento en la cancha».

Sobre su condición de jugar juntos y revueltos, ni Giedraitis ni Fontecchio ha tenido dudas de que la fórmula será un éxito. «Todavía tenemos algún que otro malentendido entre nosotros, pero para eso está la pretemporada», ha subrayado Giedraitis, quien se ha mostrado muy capacitado para poder defender a rivales más rápidos y habilidosos. «Ya el año pasado tuve que hacer esa clase de defensas y a veces me costaba frenar al pick'n roll rival. Pero ya creo que puedo hacerlo aunque sé que alguna vez sufriré... aunque espero que no muchas veces».

En lo que se refiere a Fontecchio, ha valorado el gran juego exterior que ha podido concretar Saski Baskonia. «Hemos concretado un mercado importante, especialmente en la línea exterior, con jugadores de talento. Entre todos podemos lograr buenas cosas», ha dicho, a lo que Granger ha añadido un corolario para no olvidarse de los interiores.

«Tener esos jugadores con buenas manos para agarrar los pases, que sepan leer las ventajas de los espacios libres... también llama a disfrutar no solo para los bases, sino para todo el equipo. Pero bueno, esto no deja de ser un proceso en el que tenemos que conocernos y con el paso de los días –y cuando llegue Matt Costello– mejoraremos aún más», ha destacado.

Y qué mejor manera que disfrutar buscando revalidad la Euskal Kopa este domingo. «Es muy motivante poder traer este primer título a la ciudad. No es un partido más para nosotros y lo tomamos como una final, que es lo que es, y para prepararnos para este inicio de Liga ACB y Euroliga. Bilbao Basket es un equipo muy fuerte, que el año pasado cambió bastantes jugadores respecto del anterior, y será un partido complicado», ha culminado el base charrúa.

Palabra de Ivanovic

Por su parte, Dusko Ivanovic ha tenido a bien dar una entrevista y, entre otras cosas, ha mostrado su eterno optimismo, aunque con la advertencia de siempre. «Hemos fichado a siete grandes jugadores, pero siete ni doce grandes jugadores por sí solos constituyen un buen equipo», ha explicado a preguntas de «Radio Vitoria».

«Los jugadores están trabajando bien, pero nos falta tiempo para conseguir que todo el mundo entienda lo que queremos en ataque y en defensa. son muchas cosas pequeñas, detalles, pero la disponibilidad es muy buena. La gente quiere hacer las cosas bien. y por eso estoy muy contento», ha explicado.

«El equipo de este año lo hemos hecho con la idea de competitivos contra todo el mundo. Hemos fichado buenos jugadores, pero siete o doce buenos jugadores no significa un buen equipo», ha recalcado.

Sin rehuir los retos, Ivanovic ha subrayado que «los objetivos de este club siempre son altos. No hay nada que inventar, sino que lo que necesitamos es trabajar y conseguir esa confianza de que podemos ganar a todo el mundo».

«Aunque todavía nos falte mucho, podemos confiar en que podemos conseguir hacer un equipo que puede aspirar a ganar algo», ha remachado.

Tiempos muertos limitados

En ese sentido, la Liga ACB ha introducido una novedad curiosa con tal de agilizar el juego. Reducirá de forma relevante el número de tiempos muertos en los partidos de todas sus competiciones, comenzando este fin de semana con la Supercopa y aplicándose a toda la Liga ACB y la Copa, con el objetivo de dinamizar el juego. 

La regulación de tiempos muertos queda de la siguiente forma. Cada equipo podrá solicitar dos tiempos muertos en la primera mitad –primer y segundo cuarto–, con un máximo de un tiempo muerto concedido por equipo en los últimos cinco minutos del segundo cuarto.

Cada equipo podrá solicitar tres tiempos muertos en la segunda mitad –tercer y cuarto cuarto–, con un máximo de dos tiempos muertos concedidos por equipo en los últimos cinco minutos del cuarto período.

En caso de que no se haya producido ningún tiempo muerto en los primeros 15 minutos de la primera o de la segunda mitad, se realizará un tiempo muerto de televisión en la primera interrupción de juego que se produzca una vez resten cinco minutos o menos para la finalización del segundo cuarto o del cuarto período, respectivamente.

El primer tiempo muerto de la primera y de la segunda mitad tendrá una duración de 75 segundos. El resto de los tiempos muertos tendrá una duración de 60 segundos.

Cada equipo podrá solicitar un tiempo muerto en cada prórroga que se produzca.