El Athletic duerme feliz tras una noche redonda. Los rojiblancos no solo se mantienen imbatidos, sino que además han celebrado su primera victoria de la temporada en San Mamés, derrotando a un Mallorca que tampoco había mordido el polvo hasta ahora, que les coloca, al menos por esta noche, en lo más alto de la clasificación. Por no faltar, no lo han hecho ni los detalles sentimentales: el gol de Iñaki Williams, que cerraba el partido y le permitía celebrar de la mejor manera sus 300 partidos oficiales como rojiblanco, el de Vivian, que se estrenaba como goleador en Primera o el debut de Nico Serrano que, sustituyendo a Williams en el 83, disputaba sus primeros minutos como león en partido oficial.

Todo ha ido a favor, en definitiva, en una noche que ha reservado lo mejor para la segunda parte. Y eso que el Athletic, que saltaba al césped con la única, y previsible, novedad de Raúl García por el lesionado Sancet, ya ha sido mejor en el primer tiempo. Ha salido claramente a por su rival pero, aunque parecía hacerlo con más convicción que prisas, ha acusado los inconvenientes propios de la impaciencia, principalmente la falta de precisión en los últimos metros y en la toma de decisiones. Al menos ha conseguido anular al Mallorca, que apenas se ha acercado en un par de ocasiones a Unai Simón y sin generar demasiado peligro, y ha rozado el gol en varias acciones. Sobre todo en un par de remates de Raúl García y un gran cabezazo de Iñigo Martínez en una falta botada por Muniain que se ha encontrado con la magnífica respuesta de Manolo Reina.

El propio capitán, fundamental en la victoria, ha podido adelantar a los suyos nada más comenzar la segunda parte que, sin embargo, ha empezado con un rumbo diferente al que había acabado la primera, con un Mallorca mejor adaptado a lo que requería el partido. Aunque su mejor ocasión ha sido un chutazo de Ruiz de Galarreta que ha detenido Unai Simón abajo y que, además, tampoco habría valido de haber entrado, por la falta previa del eibarrés.

Antes de que las dudas aparecieran, Marcelino ha mirado al banquillo. Y, consecuencia de su decisión o no –Nico Williams, Villalibre y Zarraga han sustituido a Berenguer, Raúl García y Vencedor–, el partido ha vuelto a cambiar casi de inmediato y para bien. En el 68, Munian enviaba una falta al área y Vivian, rozando el fuera de juego, se adelantaba a los jugadores rivales para cabecear de forma inapelable el 1-0.

Se ha venido arriba el Athletic que, siempre con Muniain de por medio, ha buscado la sentencia. Un centro atrás del capitán permitía a Iñaki Williams anotar el 2-0 a un cuarto de hora del final y aunque el Mallorca ha tenido fuerza para acercarse una vez más a Unai Simón en busca de un gol que le permitiera meterse en el partido, su sentencia ya estaba escrita y sólo faltaba saber si los rojiblancos serían capaces de ampliar su ventaja. No lo han conseguido, aunque los hermanos Williams han probado fortuna, con disparo al palo de Iñaki incluido.

Tampoco ha hecho falta y el Athletic se ha embolsado los tres puntos, que le permiten ascender al primer puesto de la clasificación y visitar al Atlético de Madrid la próxima jornada con la moral por las nubes.