Al menos 80 personas han muerto en un ataque suicida con bomba contra una mezquita chií en Kunduz, noreste de Afganistán, durante la oración del viernes, cinco días después de un ataque en Kabul reivindicado por la organización Estado Islámico, que también ha asumido hoy la autoría.

Los talibanes han confirmado la explosión pero por el momento no han aportado datos oficiales de víctimas. Matiullah Rouhani, jefe regional del gobierno talibán a cargo de Cultura e Información, ha confirmado el ataque a AFP. En el hospital central de Kunduz, un médico que ha solicitado el anonimato ha afirmado que «hasta el momento hemos recibido 35 cadáveres y más de 50 heridos».

Previamente, un funcionario local de Médicos sin Fronteras (MSF), que también ha pedido no ser identificado, confirmó «más de 90 pacientes heridos y más de 15 cadáveres» habían sido trasladados a la clínica de la ONG en Kunduz. «Pero esta cifra va a cambiar, seguimos recibiendo a otras personas», ha agregado.

La explosión se produce cinco días después de un bombardeo de una mezquita en Kabul, que dejó al menos cinco personas muertas y fue reclamado por el ISIS.
El ataque tuvo como objetivo la mezquita Id Gah, donde se realizó un funeral en homenaje a la madre de Zabihullah Mujahid, portavoz del Gobierno talibán y figura del movimiento, fallecida la semana pasada.