Arnaitz Gorriti

El regreso masivo del público al Buesa Arena no corta la mala racha del Baskonia (64-78)

Armani Milano ha ganado los cuatro cuartos, basándose en un acierto mucho mayor desde más allá de la línea de 6,75 metros. El regreso de Baldwin ha traído cierta mejoría, pero para nada ha sido suficiente ante un rival que se ha sentido cómodo con su plan de partido.

El retorno de Wade Baldwin ha traído ciertas virtudes, pero muy lejos todavía del nivel de Armani Milano. (Raúl BOGAJO / FOKU)
El retorno de Wade Baldwin ha traído ciertas virtudes, pero muy lejos todavía del nivel de Armani Milano. (Raúl BOGAJO / FOKU)

SASKI BASKONIA 64 - ARMANI MILANO 78

Pasarán los años, nos olvidaremos de la pandemia de la covid-19, vendrán otras calamidades, pero si hay deporte de alto nivel en Euskal Herria, el público seguirá apurando hasta último momento para entrar. Como el alacrán que pica a la rana antes de cruzar el río y se ahoga, es nuestra naturaleza. Pero eso será lo de menos si el espectáculo posterior vale la pena, a pesar de que, como este viernes, el resultado final sea el de una merecida derrota frente a Armani Milano que se ha llevado los cuatro cuartos y que, ante el 4 de 26 en triples de los de Ivanovic –los dos últimos con el duelo decidido– ha destacado con un 12 de 27 desde más allá de los 6,75 metros. Lo peor, sin duda, es la mala racha en la que está sumida el Baskonia.

«Hemos luchado y jugado mejor que otros partidos, pero no estamos rodados todavía. Necesitamos jugar más rápidos, más sueltos, para tener 10-15 puntos fáciles. Porque para ganar necesitamos anotar 75 puntos. Y en este partido solo hemos hecho un contraataque», ha explicado Dusko Ivanovic.

De los 12.500 espectadores que las restricciones gubernativas han permitido en Zurbano, se han dado cita 7.487, en muchos casos por primera vez desde marzo de 2020. Un viernes noche, del fin de semana y ante un rival de campanillas como Armani Milano, invitaba a ello. Aplausos a Shavon Shields; pitos a Sergio Rodríguez; pitada de gala a Ettore Messina. ¿Quién da más?

Con todo, el duelo ha arrancado algo frío, con errores y sin otro destacado que los seis puntos que ha encadenado Melli para el bando lombardo, al tiempo que Baldwin ha anotado la primera canasta del equipo gasteiztarra. De a poco, los compañeros de Baldwin han ido sumándose, pero la iniciativa en el marcador lo ha llevado el bando italiano, con los triples de Hall para marcar una leve diferencia al final del primer cuarto: 17-19.

Perdiendo pie

Por el momento, aparte de la capacidad de erigirse en «verso libre» de Baldwin, Saski Baskonia no ha terminado de romper a jugar, aunque sí que ha mejorado su número de pérdidas y solidez de los últimos días. Acciones como un mate tras robo de Giedraitis o un bonito alley oop entre Granger y Enoch han empezado a caldear así el ambiente como el juego gasteiztarra en el segundo asalto, aunque sin conseguir llevar la iniciativa en el marcador. Armani Milano, muy gris a las órdenes de Delaney en el arranque, ha mejorado sensiblemente a las órdenes de Sergio Rodríguez, que ha hallado en el veterano Kyle Hines un gran socio para mover a su equipo. Sin alardes, pero los de Ettore Messina han conseguido llevar el duelo por el camino trazado por ellos mismos.

Sin embargo, la primera escapada lombarda ha llegado de la mano de Delaney, más entonado en su segunda entrada. Un triple del base seguido de un robo que ha culminado Mitoglu llegando de tráiler ha obligado a Dusko Ivanovic a parar el partido a menos de tres minutos del descanso, porque el marcador se ha estirado más de la cuenta: 26-33. Y no solo eso, Baldwin ha forzado alguna posesión de más en la cual ha «sobado» el balón más de la cuenta.

Otra de las grandes diferencias ha estado en la efectividad en el triple. Los gasteiztarras se han jugado más triples, pero con mucho menos acierto que un Armani Milano que ha rondado el 50% en esta primera mitad, tres de ellos obra de un Hall que ha puesto el doble dígito de diferencia, 26-36, en un parcial abierto de 0-8 que ha empezado a inquietar al Buesa Arena.

Con todo, los pupilos de Ivanovic han aguantado ese primer tirón lombardo, sobre todo de la mano de un Baldwin que ha encadenado un par de buenas acciones en ataque, llegándose al receso con 30-38 en el marcador.

Cuestión de electricidad

Si ha habido bronca o no en el descanso, lo cierto es que no se ha notado mucho en la reanudación. Pese a los bríos de Sedekerskis que se ha marcado un mate al rebote, lo cierto es que Armani Milano ha conseguido un parcial de 0-7 con el que ha establecido la máxima renta, 33-47, obligando a Dusko Ivanovic a parar el partido. Lo peor, no obstante, ha sido esa sensación de fatalidad que ha empezado a impregnarse en el parqué. O llegaba una «electrocución» del partido o no lo iba a poder sacar el conjunto gasteiztarra.

La alternativa que ha buscado Dusko Ivanovic ha sido un quinteto pequeño con Fontecchio erigido en falso ala-pívot y con los primeros minutos de Arturs Kurucs para presionar la subida de balón italiana. El cambio ha surtido cierto efecto revitalizante en ataque, con buenos minutos también de Enoch, pero en defensa, con la necesidad de cerrar la pintura ha vuelto a abrir la puerta del triple para los de Messina. En todo caso, los de Ivanovic han parado la hemorragia, alcanzando el último cuarto con una desventaja difícil, pero remontable: 47-57.

«Hamar minutu! Hamar puntu!», ha exclamado el speaker del Buesa Arena, con la idea de remontar un punto por minuto. Desde luego que no ha bajado los brazos el cuadro gasteiztarra y eso siempre es encomiable, pero es que se ha topado con un rival que ha arreglado un sinfín de ataques a golpe de triple y por si hiciera falta algo, Kyle Hines se ha erigido en el «basurero» más eficiente posible.

Un último intento de electroshock ha sido el pequeño lance entre Delaney y Baldwin, con el base del Armani Milano perdiendo las formas. Sin embargo, los árbitros no han decretado como antideportiva su alta y acto seguido, los propios errores del Baskonia, más una gran penetración de Shavon Shields ha vuelto a impedir cualquier acercamiento excesivo de los gasteiztarras: 55-68 a menos de cinco minutos y tiempo muerto para afrontar un último tramo muy cuesta arriba, debiendo remontar no uno, sino casi tres puntos por minuto.

El tiempo muerto no ha surtido efecto, por desgracia. Ivanovic ha puesto a sus dos bases en cancha para dar mayor libertad a Baldwin, pero sus acciones no han hallado premio, mientras que un triple de Mitoglu y una gran acción de Shields han contrarrestado y de sobra un palmeo de Nnoko para sentenciar el partido a faltan de poco más de dos minutos: 57-73.

Un triple, ¡al fin! de Fontecchio y una antideportiva de Shields sobre Giedraitis han sido los penúltimos estertores baskonistas en pos de un milagro, pero el que ha replicado ha sido Delaney en forma de triple. Así, el regreso masivo del público no ha estado mal, pero la mala racha sigue ahí.

FICHA DEL PARTIDO:

Baskonia: Baldwin (14), Giedraitis (14), Fontecchio (16), Sedekerskis (4) y Nnoko (4) –quinteto inicial–, Granger (2), Enoch (10), Kurucs, Marinkovic y Costello.

Milano: Delaney (13), Hall (12), Shields (12), Melli (10) y Tarczweski () –quinteto inicial–, Rodríguez (8), Grant (2), Ricci (5),  Hines (8), Mitoglu (8) y Datome.

Parciales: 17-19, 13-19, 17-19, 17-21.

Árbitros: Lottermoser, Majkic y Kardum. Sin eliminados.

Incidencias: 7.487 espectadores en el Buesa Arena, en la segunda jornada de la Euroliga 2021/22. Se ha aplaudido a Shavon Shields en la presentación, con fuerte pitada para Ettore Messina.