Fue la película elegida en Donostia para la sesión de Clausura, bajo el criterio de que después de ver tanta película sesuda viene bien para desconectar una dosis de puro entretenimiento. Y eso es lo que ofrece Daniel Monzón, un antiguo crítico que detrás de la cámara viene apostando por el cine de género para todos los públicos, y con una carrera bastante irregular en la que alterna logros como ‘Celda 211’ (2009) con desastres como ‘Yucatán’ (2018).

‘Las leyes de la frontera’ (2021) se queda en un término intermedio, ya que va a gustar al público nostálgico que añora el cine quinqui de los años 70, el que hacía Jose Antonio de la Loma, cuando todavía no estaba contaminado por las drogodependencias que en la década posterior reflejaban las películas de Eloy de la Iglesia.

Por tratarse de una recreación de época en el resultado final cuenta mucho el departamento de arte, pero a fin de que la ambientación no engulla la puesta en escena Monzón ha dado pririoridad a la historia de amor adolescente tomada de la novela homónima de Javier Cercas, centrada en un triángulo amoroso. Otro factor que intenta aportar credibilidad es la banda sonora compuesta por el grupo de rock andaluz Derby Motoreta’s Burrito Kachimba, más temas de los pioneros Smash, y sobre todo, canciones rumberas o de salón de recreativos.