Ion Salgado-Ramón Sola

Estupor, malestar, preguntas al aire y #Eurekabizirik ante la decisión de Kutxa

El cierre de Eureka! Zientzia Museoa y otros recursos pedagógicos por Kutxa Fundazioa ha generado sorpresa, decepción y malestar en parte de la ciudadanía, que ha respondido ya en redes sociales con el hastag #Eurekabizirik.

La figura de Einstein de la entrada a Eureka!, hoy emblema mudo de una pérdida que muchos intentan evitar. (Juan Carlos RUIZ | FOKU)
La figura de Einstein de la entrada a Eureka!, hoy emblema mudo de una pérdida que muchos intentan evitar. (Juan Carlos RUIZ | FOKU)

Kutxa Fundazioa anunció este viernes el cierre de Eureka! Zientzia Museoa, Arotz Enea y Ekogunea, y apuntó que centrará su presencia en Tabakalera. Una decisión adoptada en pro de unos «nuevos tiempos» que requieren de «nuevas respuestas». Y de un «profundo proceso de transformación» para hacer frente a unas perdidas de 17 millones de euros en el 2020 marcado por la excepcionalidad de la pandemia.

Cabe matizar que Kutxabank ha obtenido en total un beneficio neto de 176,3 millones de euros al final del tercer trimestre de 2021, según informó el miércoles, lo que supone un incremento del 10,3% con respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, la decisión de cerrar esos servicios públicos de alta calidad se ha presentado como irremediable y ni siquiera ha sido acompañada de la habitual apelación a las instituciones para tratar de darles continuidad.

Pese a difundirse en viernes y víspera de puente festivo, la noticia ha generado un gran malestar en amplios sectores de la sociedad. Algunos mensajes inciden precisamente en esa pasividad institucional.

 

 

Otros muchos inciden en la prioridad de los beneficios bancarios sobre las obras sociales y en modo en que esta se está dilapidando en Kutxa.

 

Hay muchas preguntas en el aire: una de las incógnitas mayores, qué destino se piensa dar a la macroinstalación del antiguo Kutxaespacio y ahora Eureka!, con nada menos que 7.000 metros cuadrados.

 

Las instalaciones cuya clausura se anuncia han acogido además a decenas de miles de visitantes en estas dos décadas (Kutxaespacio abrió sus puertas en 2011) y con un resultado muy satisfactorio, por lo que el resorte de la nostalgia se ha activado en muchos de estos mensajes.

 

Desde el ámbito de la ciencia y la pedagogía. Elhuyar ha lamentado esta «gran perdida», y ha abogado por la búsqueda de una solución. Una opinión compartida por aquellas personas que se han pronunciado en redes sociales, empleando el hastag #Eurekabizirik.