Oihane Irazu

«Me estuvieron llamando ‘ballena’ desde la grada durante cuatro años»

«Ballena». Es el insulto que una jugadora de baloncesto de Gasteiz tuvo que escuchar sobre la cancha casi cada partido en ligas escolares. Paula Fernández Sanabria, una joven gasteiztarra con un cuerpo no normativo, ha querido compartir su testimonio con este diario para visibilizar los insultos que reciben las mujeres «gordas» en los terrenos de juego. Ella, que jugó desde los 12 a los 16 años en un equipo de la capital, era la más corpulenta del grupo, y fue motivo de risas e insultos cada partido disputado fuera de casa.

Como es lógico, esos insultos le afectaban en su rendimiento. «Me sacaban del partido», admite. Y es que la mentalidad de una niña es muy diferente a la de una persona adulta y los insultos, las críticas y las risas a costa de alguien cuando tiene 12 años no se llevan con la misma actitud que en la edad adulta. Paula se sentía destrozada por esos insultos. «Éramos un grupo de chicas de liga escolar que jugábamos para divertirnos, para pasárnoslo bien», nos dice.

Estas barbaridades eran generalmente gordofóbicas, pero con componente de género. Porque como ella afirma, los insultos no los sufrían los niños gordos. Con lo cual, la discriminación era doble; por ser mujer y gorda. Paula subraya que estas descalificaciones provenían desde los amigos de las contrarias, hasta familiares de las mismas.

En el reciente caso de los insultos a Karolina Sarasua, la delantera navarra optó por denunciar lo ocurrido, pero Paula, en aquel entonces, no lo hizo. «Hace más de diez años, no era habitual denunciar este tipo de situaciones», admite Paula, que dejó el baloncesto a los 16, aunque sigue en la lucha contra la gordofobia y por los derechos de las mujeres. Un ejemplo de lucha que ha querido compartir para ayudar a visibilizar las situaciones que se dan en los terrenos de juego contra las mujeres desde las categorías inferiores.