Por esta vez el tópico se cumple y las películas son peores que las novelas en que se basan. El cine no ha hecho justicia a la literatura de Almudena Grandes, aunque lo intentó durante la última década del siglo pasado y la primera del XXI, y tal vez debido a la falta de resultados sus últimas novelas ya dejaron de adaptarse, quedando un vacío que quizás ahora empiece a llenarse de nuevo al calor de una pérdida humana tan importante. Todo empezó con ‘Las edades de Lulú’ (1990), cuando Bigas Lunas se hizo con los derechos de la novela erótica ganadora del premio Sonrisa Vertical. No le salió bien, en parte por culpa de un error de casting. Optó por Francesa Neri en detrimento de una Penélope Cruz todavía muy precoz.

Luego tomó el relevo Gerardo Herrero con ‘Malena es un nombre de tango’ (1995), con Ariadna Gil como protagonista. Ya se sabe que el dueño de la productora Tornasol es un adaptador muy poco personal, como se demostraría más tarde con ‘Los aires difíciles’ (2006). Puede que Juan Vicente Córdoba estuviera más acertado al elegir a Silvia Munt en ‘Aunque tú no lo sepas’ (1999), según el relato titulado ‘El vocabulario de los balcones’, perteneciente al libro ‘Modelos de mujer’. También cabe mencionar el cuarteto femenino de ‘Atlas de la geografía humana’ (2007), con Cuca Escribano, Montse Germán, María Bouzas y Rosa Vila dirigidas por Azucena Rodríguez.