Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

Ozon trata con tacto el tema de la eutanasia

TODO HA IDO BIEN
Estado francés. 2021. 113’. Tít. Orig.: ‘Tout s’est bien passé’. Dir. y guion: François Ozon, sobre el libro de Emmanuèlle Bernheim. Prod.: Eric Altmayer y Nicolas Altmayer. Int.: Sophie Marceau, André Dussollier, Charlotte Rampling, Geraldine Pailhas, Éric Caravaca, Hanna Schygulla.

Cartel estelar con Sophie Marceau (hija) y André Dussollier (padre).
Cartel estelar con Sophie Marceau (hija) y André Dussollier (padre). (NAIZ)

La muerte siempre ha estado ahí, también en la filmografía de Ozon, presente en títulos como ‘Bajo la arena’ (2000), ‘El tiempo que queda’ (2005), ‘ Mi refugio’ (2009) o ‘Frantz’ (2016), pero nunca había sido el eje central de una de sus películas hasta ‘Todo ha ido bien’ (2021).

Más allá de su estilo autoral, de su recurrente surrealismo, el director de ‘Gracias a Dios’ (2018) demostró que podía hacer un cine más realista, más social, y siendo sorprendentemente objetivo. Porque al adentrarse en los casos de pederastia cometidos por miembros de la Iglesia Católica no cayó en el sensacionalismo y supo retratar el problema de las víctimas con una equidistancia ejemplar. Y ese ha tenido que ser el borrador de su nueva realización, en vista de que aplica el mismo tono racional al tratamiento de la eutanasia, siendo un asunto tanto o más polémico que el anterior, y que comparte parecidos conflictos legales y debates morales.

Ozon utiliza como material de primera mano el libro autobiográfico de Emmanuèlle Bernheim, en el que relata los obstáculos que tuvieron que vencer ella y su hermana Pascale para cumplir la última voluntad de su padre. De fondo está la situación en el Estado francés, que dista mucho de ser ideal, tanto en cuanto la actual ley dificulta la muerte voluntaria, además de resultar discriminatoria y clasista, ya que solo permite soluciones alternativas a la gente pudiente.

Durante el metraje se puede ver como las hermanas tienen que recurrir al contacto en Suiza con la responsable de la asociación Derecho a Morir con Dignidad.

Esto sucede un mes de diciembre, toda vez que la cronología de la película va del mes de setiembre al de abril, dentro de un arco temporal que le permite a Ozon exhibir su dominio de la elipsis, sin dejar de lado las subtramas familiares con otros allegados poco colaboradores.