Jon Ormazabal

Un tierno Bidasoa gestiona esfuerzos y efectivos de cara a retos mayores (35-23)

El Fuchse Berlín no ha dado ninguna opción a los irundarras, entre los que Jacobo Cuétara ha repartido mucho minutos a los jóvenes ante las numerosas bajas con las que ha viajado. A pesar del resultado, los irundarras se han clasificado ya matemáticamente tras las derrotas de Tatran y Pfadi.

Julen Aginagalde ha sido el bidasotarra más efectivo en ataque.
Julen Aginagalde ha sido el bidasotarra más efectivo en ataque. (Jon URBE/FOKU)

Condicionado por las bajas, Bidasoa-Irun se ha presentado en Berlín sin Jon Azkue, Rodrigo Salinas, Adrián Fernández ni Kauldi Odriozola, y un calendario que lo lleva este jueves a enfrentarse al Valladolid en un choque vital en el objetivo de regresar a Europa vía Asobal, el partido ante el Fuchse era, como le gusta decir a José Luis Mendilibar, una especia de «visita al dentista» de la que el Bidasoa no ha salido demasiado dolorido a pesar del 35-23 encajado.

Sobre todo porque llegaba con su clasificación bien encaminada, que poco después ha certificado. Y es que Tatran Presov ha caído ante Orlen Wisla por 15-29, igual que el Pfadi Winterhur que, siendo derrotado por 27-30 por el Toulouse, ha servido a los guipuzcoanos para sellar su pase matemático hacia la próxima ronda.

En esta tesitura, el viaje a una cancha tan exigente como el Max-Schmeling-Halle berlinés tenía más de reto y de acumulación de experiencias y minutos para los jóevenes del equipo que de verdadero examen deportivo y, por mucho que Ander Ugarte, Julen Mujika o el lapurtarra Tao Gey hayan dejado detalles más que interesantes, los irundarras han acusado su candidez ante un equipo tan curtido como el alemán. Dentro de la diferencia entre los dos equipos, los penaltis o los contraataques fallados por los amarillos los han privado de ofrecer algo más de resistencia, pero el balance no es, para nada, doloroso.

El joven Bidasoa, con una primera línea que hace poco jugaba en el segundo equipo, le ha puesto mucha pasión al reto, pero tras los primeros minutos de tanteo, enseguida se ha ido imponiendo el físico y la calidad del equipo berlinés, campeón del Torneo en 2018. Frenar a Milos Vujovic en defensa ha sido prácticamente imposible y en ataque las ideas se le han ido gastando a los de Jacobo Cuétara, que han cometido excesivas pérdidas y el porcentaje de éxito de sus ataques apenas ha superado el 44%, muy escaso ante un rival con tantos recursos como el Fuchse. El más veterano, Julen Aginagalde, con 6 goles, ha sido el bidasotarra más efectivo.

El entusiasmo no es suficiente

Con todo, el entusiasmo bidasotarra les ha servido para superar esos momentos de zozobra, que los ha habido, y mantenerse relativamente cerca en el marcador, descolgándose por 6 goles al descanso (16-10).

A pesar del esperanzador 0-2 con el que ha comenzado la segunda mitad, el desarrollo de la segunda mitad ha seguido por los mismos derroteros. El equipo berlinés apenas ha levantado el pie del acelerador y Jacobo Cuétara ha ido gestionando la situación para minimizar daños y afrontar los nuevos retos lo más saneadamente posible.

FICHA DEL PARTIDO:

35.- Füchse Berlín: Milosavljev, Drux (2), Vujovic (10, 2 de pen.), Morros (-), Andersson (3), Wiede (4) y Chrintz (4) –equipo inicial- Beneke (4), Holm (2), Lindberg (2 de pen.), Langhoff (1), Marsenic (3) y Koch (-).

23.- Bidasoa-Irun: Ledo, Furundarena (3), Ugarte (2), Nieto (-), Múgica (4), Cavero (3, 2 de pen.) y Zabala (-) –equipo inicial- Aginagalde (6, 1 de pen.), Tesoriere (-), Gey (2), Da Silva (-), García (-), Rodríguez (2), Iribar (1) y Sierra.

Marcador cada cinco minutos: 1-1, 5-2, 8-5, 11-7, 13-8, 16-10 (Descanso) 19-13, 21-14, 24-16, 28-18, 32-20 y 35-23 (Final).

Árbitros: Biro y Kiss (Hungría). Han excluido por dos minutos a García, Cavero y Gey por el Bidasoa-Irun.

Incidencias: 8ª jornada de la fase de grupos de la Liga Europea. Pabellón Max Schmeling Halle.