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Dos páginas de Internet replicaban fotografías de las dos webs de Cabezudo

En la sesión de este lunes del juicio contra el fotógrafo Kote Cabezudo ha declarado un experto informático, quien ha desgranado uno a uno los diferentes informes que elaboró en esta fase, varios de ellos de carácter muy técnico y caracterizados por su complejidad.

El tribunal que juzga el caso contra Kote Cabezudo.
El tribunal que juzga el caso contra Kote Cabezudo. (Maialen ANDRÉS | FOKU)

El juicio contra Kote Cabezudo ha entrado este lunes en su cuarta semana con el inicio de la prueba pericial en la que un experto informático de la Ertzaintza ha detallado, entre otros asuntos, distintos aspectos técnicos del funcionamiento de las páginas web del fotógrafo en las que se mostraban imágenes de sus modelos desnudas.

Cabezudo se enfrenta a una petición de 121 años y medio de prisión por parte de la Fiscalía que le acusa, entre otros, de distintos delitos de índole sexual, elaboración de pornografía infantil y estafa contra 17 de sus modelos, algunos supuestamente cometidos cuando varias eran menores de edad, mientras que la acusación particular, que representa a catorce de ellas, eleva su solicitud hasta los 2.388 años de prisión.

En la sesión de este lunes ha declarado el experto informático que colaboró como asesor con el juzgado que investigó el caso durante la fase de instrucción, quien ha desgranado uno a uno los diferentes informes que elaboró en esta fase, varios de ellos de carácter muy técnico y caracterizados por su complejidad.

Durante su comparecencia, el experto ha sido preguntado sobre dos páginas de Internet que replicaban fotografías de las dos webs del acusado en las que aparecían, según ha comentado, 230 de sus modelos.

Este agente ha explicado que la primera de estas páginas que replicaban fotos de Cabezudo lo que en realidad hacía era publicar tan sólo las «portadas» de las sesiones de Cabezudo para posteriormente redirigir el tráfico a las propias web del acusado en las que estaba el resto del contenido.

El policía ha comentado que no existen «elementos concretos» para afirmar que el encausado era conocedor de esta circunstancia, aunque ha aclarado que sí habría podido conocer quién visitaba sus páginas.

En cuanto a la segunda página que replicaba contenido de Cabezudo, ha comentado que se trataba de un portal que se limitaba a «copiar» a la primera de ellas.

El experto también ha constatado la existencia de un correo electrónico de Cabezudo solicitando a una de estas páginas la retirada del material de su pertenencia, al tiempo que expresaba su malestar por la situación.

Por otra parte, este agente ha dado cuenta de las pesquisas que realizó para determinar que una de las modelos del fotógrafo era menor de edad cuando sucedieron los hechos.

Ha recordado también que él participó en un segundo registro del domicilio del acusado, en el año 2016, en el que la Ertzaintza se incautó de un ordenador, dos portátiles, varios discos duros, una tarjeta de memoria y varias memorias, que no habían sido intervenido en el primer registro del año 2014.

En esta misma jornada del juicio ha declarado a puerta cerrada por videoconferencia una víctima que, según el escrito de acusación de la Fiscalía, realizó «alguna» sesión fotográfica con Kote Cabezudo en 2007, cuando ella tenía 19 años, en la que el procesado habría tomado imágenes en las que la chica aparecía «desnuda y con exposición de sus partes más íntimas», sin que al parecer hubiera sido informada «suficientemente» en el contrato de lo que pretendía hacer con el material gráfico.

Previo pago

Posteriormente, el inculpado habría compartido estas fotografías en paginas en las que se ofrecía material pornográfico «previo pago», a pesar de que a la modelo supuestamente le comentó que estas imágenes «no eran para compartir con nadie».

Además de esta mujer, este lunes también ha testificado una testigo que también ha comparecido a puerta cerrada, así como el presidente de la Sociedad Fotográfica de Gipuzkoa, quien ha comentado que «nuncaç ninguna modelo u otras personas han presentado en esta asociación quejas contra el trabajo de Cabezudo, cuyos socios se sorprendieron cuando este caso salió a la luz pública. «No dábamos crédito», ha asegurado este fotógrafo.

En otro momento de la vista, ha declarado un informático que desarrolló la «pasarela» con los servicios bancarios «de pago» para las dos web de Cabezudo, quien, según ha recordado, se solía quejar de que había personas que se descargaban sus imágenes de sus webs a otros portales con la consiguiente «pérdida económicaç para sus intereses, si bien ha comentado que ante esta situación «no había mucho que hacer».