El joven cineasta neoyorquino de origen italiano Jonas Carpignano rueda en su lengua materna, gracias a que ha tenido como padrino a nada menos que Martin Scorsese. Así pudo debutar con ‘Mediterranea’ (2015), donde seguía la ruta de la inmigración africana a Europa desde Burkina Faso a Italia pasando por Libia. El reconocimiento en su país de origen le llegó con su segundo largometraje ‘A Ciambra’ (2017), película sobre una comunidad gitana calabresa que le valió dos premios David Di Donatello, incluido el de Mejor Dirección.

El Festival de Sevilla obtenía el premio de Mejor Actor para el menor Pio Amato, que hace un cameo en su tercer largometraje ‘Para Chiara’ (2021), con el que, tras pasar por la Quincena de Realizadores de Cannes, volvía a Sevilla para llevarse esta vez el premio a la Mejor Dirección y la Mención Especial del Jurado a su reparto no profesional.

La familia Rotolo al completo protagoniza la película, dando vida a la familia ficcional apellidada Guerrasio, perteneciente a la ‘Ndrangheta calabresa. La población de Gioia Tauro ya se ha convertido en habitual del cine de Carpignano, quien no busca confrontación con la mafia local, sino que tiene una visión nada criminalizadora, al retratar ese modo de vida delictivo como un medio de subsistencia para unas gentes que sobreviven en un medio rural empobrecido y olvidado de la administración central.

El fenómeno mafioso calabrés está contemplado desde el punto de vista de una quinceañera, la Chiara del título, interpretada por la novel Swamy Rotolo. Al desaparecer su padre, que se encontraba en arresto domiciliario, empieza a hacer preguntas y a investigar. Pronto comprende que, por ser la más pequeña, los suyos le habían olcultado la verdadera ocupación paterna, cuando el resto ya lo sabía. Con la cámara pegada a su rostro avanza estre thriller familiar.