Por muchas y diversar razones en el cine se identifica el mundo de la infancia con las películas de los años 80, y Alexis Morante, conocido por su documentales y videoclips musicales, acude a referencias locales y foráneas de esa década para debutar en el largometraje de ficción. De las internas toma la serie televisiva de Antxon Mercero ‘Verano azul’ (1981) y de las externas el clásico de Robert Zemeckis ‘Regreso al futuro’ (1985). Una fusión que se extiende a la combinación de géneros, porque las bicicletas de paso y la nostalgia pandillera a lo Amblin conviven los apuntes sociales y costumbristas del cine andaluz.
El niño del título sueña con las estrellas y mundos lejanos, mientras vive la realidad en precario de una familia de clase media que intenta sobrevivr en un ambiente tensado por el racismo y el narcotráfico de la costa gaditana.
El protagonista se muda con su familia al sur a casa del abuelo, al que apodan El Majara, y con el comparte su afición por la astronomía, más aún en el momento en que se espera el paso del cometa Halley y su posible influencia. Quien da vida al anciano es Pedro Casablanc, María León hace de la madre y Salva Reina del padre.