Mikel Insausti
Crítico cinematográfico

Las teorías conspiranoicas de Oliver Stone

EEUU. 2021. 118’ Tit. Orig.: ‘JFK Revisited: Through the Lookin Glass’. Dtor y guion.: Oliver Stone. Prod.: Robert S. Wilson. Int.: Oliver Stone, John Fitzgerald Kennedy, Jacqueline Kennedy, Marilyn Monroe, Jack Ruby, Lee harvey Oswald, Earl Warren, J. Edgar Hoover.

La limusina presidencial aquel 22 de noviembre de 1963 en Dallas
La limusina presidencial aquel 22 de noviembre de 1963 en Dallas (NAIZ)

Oliver Stone ha desarrollado una carrera muy inteligente en Hollywood, siempre yendo a la contra, algo en lo que es único y no tiene competencia. Ahora vive pegado a la actualidad, y sus documentales se los disputan todas las plataformas. Por razones obvias está sabiendo vender muy bien su serie televisiva en cuatro capítulos ‘The Putin Inteviews’ (2017), donde entrevistaba al mandatario ruso sobre el conflicto en Siria y la injerencia en las elecciones estadounidenses. Con la revisión de dicho material ha tenido oportunidad de hacer muchas declaraciones, en las que defiende a Putin en su guerra geopolítica contra los Estados Unidos, además de definirle como un buen y lúcido estratega, con las cualidades de un campeón de ajedrez.

En las presentaciones de ‘JFK: Caso revisado’ (2021) viene a hablar de lo mismo, porque su discurso siempre se ha basado en que detrás de todas las crisis globales está la CIA. Por eso da igual que EEUU se enfrente a Putin, a Bin Laden o a Fidel Castro. Hoy igual que ayer, cuando realizó la ficción ‘JFK: Caso abierto’ (1991), donde Kevin Costner inrterpretaba al fiscal Jim Garrison que reabrió la investigación judicial sobre el asesinato de Kennedy, se refería a una conexión cubana destinada a eliminar a Castro y cualquier intento de acercamiento por parte de un presidente amigo como lo era John Fitzgerald. En esa cadena de crímenes sigue metiendo a Marilyn Monroe, que sabía demasiado, y a los chivos expiatorios Lee Harvey Oswald y Jack Ruby.

Por lo tanto su teoría conspirativa va mucho más allá del  atentado inicial y sigue un interminable rastro a través de la historia reciente destinada a relatar una crónica oficial al dictado de la CIA, a lo que contribuyen los archivos secretos que Trump desclasificó en el 2017. Pistas que llevan a la autopsia que fue falsificada para silenciar la verdad del magnicidio.