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Urkullu recibe a Zedarriak tras denunciar la utilización «espúrea» de su informe

El lehendakari ha recibido este viernes en Lehendakaritza a una delegación de Zedarriak, que abril publicó un informe alertando de que la CAV «no ocupa ya posiciones de liderazgo». Horas antes de la reunión, Urkullu ha denunciado la «utilización espúrea» del citado documento.

Ignacio Martín, Iñaki López y Antón Pradera se han reunido este viernes con Urkullu en Gasteiz.
Ignacio Martín, Iñaki López y Antón Pradera se han reunido este viernes con Urkullu en Gasteiz. (Raúl BOGAJO | FOKU)

El lehendkari, Iñigo Urkullu, se ha reunido este viernes en la sede de Lehendakaritza con Ignacio Martín, Iñaki López y Antón Pradera, empresarios e integrantes del foro Zedarriak, que el mes pasado hizo público un extenso informe en el que advierte de que la CAV «no ocupa ya posiciones de liderazgo».

Horas antes del encuentro, en declaraciones ante los medios en la entrada del Parlamento de Gasteiz, el inquilino de Ajuria Enea ha denunciado la «utilización espúrea» que se ha realizado del citado documento por parte de partidos y medios de comunicación, «intentando un desprestigio de las instituciones».

Urkullu ha aseverado que «cuando se habla de Euskadi, se cae el riesgo de caer en la tentación permanente de que es hablar solo de las instituciones, y particularmente de una institución», en referencia al Ejecutivo autonómico.

Y ha manifestado su disposición a atender «con sumo interés» a los representantes de Zedarriak, «en un clima de normalidad absoluta, atendiendo a cuáles son sus preocupaciones».

«Cordial y muy positivo»

Medios del grupo Vocento han informado de que el lehendakari ha calificado de «cordial y muy positivo» el encuentro con los empresarios que, al parecer, le han trasladado su deseo de «hacer diagnósticos para colaborar», alejándose de una polémica que se ha saldado con dos bajas: la del catedrático de Derecho Internacional Privado de la UPV-EHU Juan José Álvarez y la presidenta de Gaia, Elena Zarraga.

Según indicó el foro, se trató de una decisión «personal» sobre la que prefirieron no pronunciarse. Tampoco han salido al paso del debate políticos suscitado por el informe, en el que defienden la necesidad de impulsar un «nuevo renacimiento para conquistar el futuro que nos viene».