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Fallece el historiador navarro Tarsicio de Azkona, Premio Príncipe de Viana en 2014

El historiador navarro Tarsicio de Azkona ha fallecido a los 98 años de edad. Fue galardonado en 2014 con el Premio Príncipe de Viana de la Cultura en reconocimiento a su dilatada carrera profesional.

Tarsicio de Azkona en 2014, cuando le fue entregado el Premio Príncipe de Viana.
Tarsicio de Azkona en 2014, cuando le fue entregado el Premio Príncipe de Viana. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

El Gobierno de Nafarroa ha mostrado por el fallecimiento del investigador e historiador Jesús Morrás Santamaría, más conocido por su pseudónimo literario y nombre religioso, Tarsicio de Azcona, distinguido en 2014 con el premio Príncipe de Viana de la Cultura.

Santamaría, nacido en la localidad de Aizkoa en 1923, estudió Humanidades en el seminario de Capuchinos de Altsasu, Filosofía en Lizarra y Teología en Iruñea, y fue ordenado sacerdote en 1946. Cursó estudios superiores de Historia de la Iglesia en Roma, donde obtuvo el título de doctor en Historia de la Iglesia junto con dos diplomas de Biblioteconomía y Archivística en la Escuela del Vaticano. Era licenciado en Historia Civil por la Universidad de Zaragoza, donde hizo también estudios de doctorado. En 2011 la Real Academia de la Historia le nombró académico correspondiente en Nafarroa.

Estaba especializado en historia de la iglesia española en tiempos de Enrique IV y de los Reyes Católicos y contaba con importantes trabajos sobre la orden de los Capuchinos, a la que pertenecía, y otros aspectos de la realidad eclesial. Su interés se volcó, asimismo, sobre personajes de la historia, siendo autor, por ejemplo, de una biografía numerosas veces reeditada y muy reconocida de la reina Isabel la Católica.

Fue galardonado en 2014 con el Premio Príncipe de Viana en reconocimiento a su dilatada carrera profesional, en la cual «mantuvo un permanente nivel de calidad en la investigación, basado en el recurso a la documentación, la exhaustividad en su análisis y la sólida construcción de su discurso, presidido por la ecuanimidad en la interpretación de los hechos».