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EEUU eleva la apuesta y avisa contra una intervención militar china en Taiwán

Joe Biden se comprometió a defender militarmente Taiwán si China intenta tomar por la fuerza el control de la isla autónoma, y advirtió a Pekín de que «coquetea con el peligro». Taipei le agradeció su «sólido apoyo» mientras Pekín aseguró que «no hay margen para la negociación».

El presidente de EEUU, Joe Biden, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, se saludan durante la conferencia de prensa en el Palacio Akasaka, en Tokio.
El presidente de EEUU, Joe Biden, y el primer ministro japonés, Fumio Kishida, se saludan durante la conferencia de prensa en el Palacio Akasaka, en Tokio. (Nicolas DATICHE | POOL | AFP)

China reaccionó ayer con dureza a las declaraciones del presidente de EEUU, Joe Biden, quien afirmó, durante su visita a Japón –adonde llegó desde Corea del Sur–, que su país intervendría militarmente en caso de que Pekín «intentara tomar Taiwán por la fuerza».

Washington considera a Tokio y a Seúl como ejes de su ofensiva contra el creciente poderío comercial y militar de China, y como aliados para aislar a Rusia tras su agresión a Ucrania.

En una comparecencia conjunta junto al primer ministro nipón, Fumio Kishida, en la que se le preguntó a Biden si EEUU intervendría militarmente contra Pekín en caso de un intento chino de tomar por la fuerza el control de Taiwán, respondió: «Es el compromiso que asumimos».

«Estamos de acuerdo en la política de ‘Una sola China’. Lo hemos firmado y todos los acuerdos derivados posteriores, pero la idea de que (Taiwán) puede ser tomado por la fuerza, no es apropiada. No tiene jurisdicción para hacerlo», añadió Biden.

China considera a Taiwán como una provincia rebelde que debe ser integrada en el país y replicó que está dispuesta a defender sus intereses.

«China no tiene ningún margen para el compromiso en esta cuestión, y nadie debería subestimar la firme determinación, la firme voluntad y capacidad del pueblo chino de defender la soberanía nacional y la integridad territorial», dijo el portavoz del Ministerio de Exteriores, Wang Wenbin. Agregó que Taiwán es parte inalienable del país y que China adoptara «medidas firmes» para «salvaguardar su soberanía e intereses de seguridad».

El octubre, China y EEUU mantuvieron un rifirrafe similar después de que Biden anunciara un «compromiso» explícito para defender la isla en caso de una invasión china, ante lo cual Pekín exigió que deje de enviar «señales equivocadas». La isla es uno de los mayores motivos de conflicto entre ambos, ya que Washington es el principal suministrador de armas a Taipei y sería su mayor aliado militar en el caso de conflicto bélico con China.

El Gobierno taiwanés agradeció a Biden su «sólido apoyo» y aseguró que sigue «comprometido con la firme defensa de su democracia, libertad y seguridad» ante «las amenazas de China».

En la misma comparecencia, Biden y Kishida adoptaron un tono firme ante China y abogaron por su «visión común de (una región) indo-pacífica libre y abierta» y se comprometieron a extender su cooperación y a vigilar la actividad naval china en el mar de China Meridional donde Pekín tiene crecientes ambiciones.

Las referencias a Taiwán, que subieron de tono con el transcurso de la rueda de prensa, eclipsaron otro de los puntos centrales de la visita de Biden, el lanzamiento ayer del llamado Marco Económico del Indo-Pacífico (IPEF), un nuevo esquema de cooperación económica regional promovido por Washington y también concebido para contrarrestar la creciente influencia de Pekín en la región, que inicialmente tendrá 13 países miembros, incluyendo a India y Japón, pero sin China.