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El «Celtic Pride» guía la primera victoria de Boston en la Final de la NBA ante los Warriors

Los campeones de la Conferencia Este se han llevado el primer partido de la serie por 108-120 gracias a un último parcial sideral de 16-40, a pesar del mal día en el tiro de su estrella Jayson Tatum. El pívot dominicano Al Horford ha sido el héroe de este 0-1  en la serie.

Marcus Smart y Al Horfod frenan a Steph Curry, en el primer partifo de las Finales de la NBA 2021/22.
Marcus Smart y Al Horfod frenan a Steph Curry, en el primer partifo de las Finales de la NBA 2021/22. (Thearon W. HENDERSON / AFP PHOTO)

Hace muchos años que lo dijera el mítico «Red» Auerbach: «Ser un Celtic es una forma de vida» y a ese «Celtic Pride» se ha agarrado la franquicia del trébol en sus peores momentos de su historia. Entre 1986 y 2008, los de Massachusetts padecieron su peor sequía sin anillo alguno, y en 2010, por primera y por ahora, única vez en la historia de la franquicia, los Celtics perdían un séptimo partido en la cancha de Los Angeles Lakers, una suerte de afrenta en su historial que todavía duele a los «Orgullosos Verdes» que en el mundo son legión.

Con 17 anillos, Boston y Lakers empatan en la primera plaza de franquicias con el mayor número de títulos de la NBA. Mientras, los Golden State Warriors aspiran a su quinto anillo –1975, 2015, 2017 y 2018–, después de dos años de barbecho tras la Final perdida ante Toronto en 2019, ha retornado con fuerza a las Finales de la NBA, con los «Splash Brothers», Klay Thompson después de dos años de calvario en calvario con las lesiones y Steph Curry encontrando a Andre Wiggins y Jordan Poole, entre otros, para volver a formar un equipo que aspira a todo.

Pero el primer partido ha sido para los Celtics, que han roto de buenas a primeras el factor cancha, superando a los Warriors en su pista por 108-120, luego de dar una voltera espectacular al partido con un último parcial de 16-40.

Poco ha importado que su estrella, Jayson Tatum, haya formado 12 puntos, quedándose con un 3 de 17 en tiros de campo, o que los campeones del Este lleguen a esta finalísima mucho más castigados, superando a los vigentes campeones Milwaukee Bucks y Miaki Heat en el desempate, mientras que los de San Francisco han pasado unos play-offs mucho más cómodos, ganando por 4-1 a Denver, sufrir para imponerse por 4-2 a los Memphis Grizzlies y hacerse valer para ganar por 4-1 a los Dallas Mavericks de Luka Doncic, luego de que éstos enviaran a su casa a Phoenix Suns, franquicia que alcanzaba la postemporada con el mejor récord de victorias.

Pero las Finales son finales y no hay más lógica que la de la cancha, donde, como suele decirse, no hay mentiras. El dominicano Al Horford, que celebraba de rodillas y rezando hasta las lágrimas el triunfo de los Celtics en el desempate de la Final de la Conferencia Este, ha sido la estrella de Boston con una actuación digna de elogio: 26 puntos –6 de 8 en triples–, 6 rebotes y 3 asistencias, un día antes de cumplir nada menos que 36 años. Jaylen Brown –24 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias–, Derrick White –21 puntos con 5 triples– y Marcus Smart –18 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias– han sido el sostén anotador de los dirigidos por Ime Udoka, que ha vivido su estreno en unas Finales al frente de un banquillo pasando por todo tipo de emociones, con la alegría, todavía contenida, como último estadio.

Un equipo «resiliente»

Todo ello con unos Warriors lanzados en el primer cuarto, sobre todo un Curry que ha anotado 21 de sus 34 puntos en el arranque.

«Somos un equipo resiliente, sabemos que podemos contar con nuestra defensa. No jugamos bien en el primer cuarto, pero tuvimos un buen segundo cuarto en el que Steph Curry no marcó. Luego acabamos bien, podemos siempre contar con nuestra agresividad», ha afirmado Ime Udoka al término del partido, luego de ver a su equipo cayendo de hasta 15 puntos en el primer cuarto.

«Seguimos jugando, ellos son un gran equipo y para nosotros no fue el mejor partido, pero seguimos luchando y encontramos la forma de ganar este partido», ha añadido Horford, primer dominicano en jugar unas Finales de la NBA.

Esta serie bien pudiera ser larga, porque los Warriors han demostrado que son capaces de ganar donde sea, ya que sus recursos no solo son ofensivos, con un arsenal casi infinito, sino que el haber recuperado a Andre Iguodala y tener a un seguro de vida como Draymond Green supone un aval para que la lucha por cada partido sea un espectáculo.

Habrá que ver, con el domingo el siguiente asalto en una Final que ya camina con 0-1, con unos Celtics capaces de anotar un 21 de 41 en triples en un mal día de su jugador franquicia. Esta remontada implica que, como suele decirse, algo tendrá el agua cuando la bendicen y que el «Orgullo Verde» puede obrar pequeños milagros. Claro que, para milagro, el ver a los Warriors y su «espíritu de la Bahía» de regreso en lo más alto.

«Sin duda ha sido una derrota dolorosa, pero es una serie de siete partidos por una razón. Repasaremos el partido y veremos dónde podemos mejorar. Es solo un partido y ya pasas al siguiente», ha explicado Steve Kerr en la rueda de prensa posterior al partido. Aquí no se rinde nadie.