La nadadora estadounidense Anita Álvarez ha protagonizado el gran susto de la primera jornada en los Mundiales de Budapest tras desvanecerse mientras realizaba su ejercicio en la final de solo libre de natación artística.

Un percance que se ha quedado sólo en su susto gracias a la rápida intervención de su entrenadora, la catalana Andrea Fuentes, que no ha dudado en lanzarse a la piscina para rescatar a su pupila.

Tras abandonar la piscina en camilla, la nadadora se ha recuperado y se encuentra fuera de peligro. Tras realizarle diferentes pruebas, se mantiene por el momento en la formación del equipo que disputará la final.

La alineación prevista del equipo estadounidense incluye a día de hoy a Álvarez, de quien Fuentes ya manifestó horas después del rescate que se encontraba perfectamente y así lo habían acreditado los médicos.

El equipo estadounidense fue octavo en la ronda preliminar de la sesión matinal de ayer, también con Álvarez en su formación. La nadadora, de origen mexicano, disputó por la tarde la final de solo y fue séptima; al término de su ejercicio, que completó con normalidad, fue cuando sufrió el incidente.

Andrea Fuentes, ganadora de cuatro medallas olímpicas y luego seleccionadora de Estados Unidos, se tiró al agua nada más comprobar que su nadadora estaba desfallecida y la sacó del fondo de la piscina antes de que llegase el socorrista.

Las redes sociales de la entrenadora catalana se han inundado de mensajes que elogian la rapidez con la que reaccionó y «salvó la vida» a Álvarez y que la consideran «un ángel».