Estamos en vísperas de unos sanfermines en los que se recupera la normalidad tras dos años de pandemia, pero las aguas bajan revueltas por varias decisiones de Navarra Suma y de Enrique Maya.

Parece que siempre tiene que haber un nubarrón en el cielo. La ciudad está muy ilusionada con los sanfermines, como hace mucho tiempo que no se veía. Pero el señor Enrique Maya parece que se levanta todos los días con la idea de enfadar a alguien. Ha enfadado a los colectivos de mujeres amagando con suprimir el protocolo contra las agresiones machistas, que ha funcionado muy bien. Por supuesto, todo lo que huela a popular, como Herri Sanferminak, lo manda a Errotazar. A los colectivos de inmigrantes, a Trinitarios. Parece que quisiera reservar el centro de la ciudad para esos sanfermines que se parecen a cualquier cosa menos a sí mismos. Esa es ahora mismo la única preocupación que tenemos, en el sentido de que las ocurrencias del señor Enrique Maya están enfadando a la gente. Todavía no se nos ha olvidado el conciertazo en el que estaban trabajando a tope cuando no tenían absolutamente nada. Ha sido un bluf absoluto. Como lo de los carteles o lo de alargar tres días las fiestas. Ha ido de ocurrencia en ocurrencia. Parece que tiene una necesidad patológica de acaparar titulares de prensa. Y si para eso tiene que manosear los sanfermines, no duda lo más mínimo.

Y se repiten los reproches de que esas decisiones se adoptan sin consultar a ningún colectivo afectado.

El ejemplo más claro puede ser la Mesa de los Sanfermines, que es un foro en el que hay más de medio centenar de asociaciones directamente relacionadas con la fiesta. Desde la Mesa de Misericordia, que organiza las corridas de toros, hasta la Federación de Txistularis, las peñas, colectivos de mujeres, colectivos de personas migrantes, las casas regionales... Está representado todo lo que se mueve en sanfermines. Y lo que han dicho es que en esta legislatura no se les ha tenido en cuenta para nada, que les han convocado un par de veces para informarles de decisiones que estaban ya previamente tomadas. Y eso denota cuál es el carécter del señor Enrique Maya, que se piensa que está en posesión de la verdad y cree que la ciudad es suya. Pero, además, es una equivocación enorme, porque así no le tomas el pulso a la ciudad. La Mesa de los Sanfermines no te la tienes que plantear como un problema, sino como un instrumento para hacer unos sanfermines populares y participativos. Pero es precisamente lo que no les gusta. Vienen del modelo de la señora Barcina de unos sanfermines embotellados, que se parezcan a cualquier otra fiesta menos a sí misma.

«Lo que tiene que pasar, a la vuelta de un año, es que Iruñea se vuelva a reencontrar consigo misma. Pamplona tiene un potencial enorme y una mayoría progresista»

Esa manera de actuar se produce cuando NA+ no tiene mayoría absoluta en el Ayuntamiento, por lo que tienen que rectificar después.«Lo que tiene que pasar, a la vuelta de un año, es que Iruñea se vuelva a reencontrar consigo misma. Pamplona tiene un potencial enorme y una mayoría progresista»

Es que en el Ayuntamiento de Pamplona Navarra Suma tiene 13 concejales. Hubiera tenido la mayoría absoluta con 14 y hubiera podido sacar adelante sus votaciones. Para sacar esas votaciones, lo único que tiene que conseguir es que EH Bildu o Geroa Bai o el PSN se abstengan. Con eso es suficiente. Y está perdiendo absolutamente todas las votaciones. Se lo dije al principio de la legislatura: «Señor Maya, usted no gana ni a las chapas». Lo está perdiendo absolutamente todo. Logró que el PSN le aprobara los presupuestos a cambio de una serie de medidas. Les ha defraudado absolutamente; no ha cumplido ni una de esas medidas que pactó. Tiene a los concejales y concejalas del PSN muy enfadados con ese tema. Hay cuestiones como la de Pío XII, la pasarela del Labrit o la solución que hay que dar a Los Caídos (son temas de movilidad, urbanismo y memoria histórica) en la que llegó a una serie de acuerdos que no ha cumplido. Maya ha engañado a todo el mundo. Empezando por sus propios votantes, a quienes hizo una serie de promesas de movilidad en Pío XII o la amabilización del centro que ha incumplido. Los únicos proyectos que ha sacado adelante han sido los que ha parasitado del gobierno anterior. El último caso es el de la nueva escuela infantil de Lezkairu, que la dejamos ya planteada en proyecto.

Estamos a poco menos de un año de las municipales. Usted repite como candidato. ¿Con qué objetivos?

Maya está amortizado políticamente. En la derecha hay una división clarísima. Se ve que han empezado las puñaladas y no se sabe a qué podemos llegar. EH Bildu ha demostrado no solo que es capaz de liderar una oposición como ha ocurrido en esta legislatura, sino que venimos de la anterior, la del cambio, donde fue capaz de conseguir que Iruñea se situara a la vanguardia a nivel estatal o más en la lucha contra las agresiones a las mujeres, en memoria histórica, en vivienda y emergencia habitacional (se rehabilitaron 200 viviendas municipales que estaban en ruinas y se pusieron a disposición de la gente)... Demostramos también que Pamplona es una ciudad con dos lenguas porque creemos en la diversidad y la pluralidad. Lo que tiene que pasar, a la vuelta de un año, es que Iruñea se vuelva a reencontrar consigo misma. Pamplona tiene un potencial enorme y una mayoría progresista. La derecha solo es capaz de gobernar aprovechándose de la división que existe entre las fuerzas progresistas. Por eso, la sociedad nos mira y nos exige que seamos capaces de llegar a acuerdos.

Estoy convencido de que el modelo que tiene en mente la derecha en Pamplona es el de Ayuso. Absolutamente populista y con un discurso plano, pero que a base de titulares deliberadamente buscados y con el apoyo de determinados medios intenta mantener la impresión de que ellos son quienes gestionan bien y la única posibilidad de sacar adelante la ciudad. Estamos viendo clarísimamente que es un fracaso absoluto. Están en una minoría absoluta.

«El modelo que tiene en mente la derecha en Pamplona es el de Ayuso. Absolutamente populista y con un discurso plano, pero que a base de titulares deliberadamente buscados intenta mantener la impresión de que ellos son quienes gestionan bien y la única posibilidad de sacar adelante la ciudad»

Si pasa algo malo en Iruñea es culpa de EH Bildu...

Es muy significativo que en todos los debates y en los plenos ignoran totalmente las intervenciones de PSN y Geroa Bai. Tienen muy claro cuál es el objetivo a batir, que en Pamplona es EH Bildu, la verdadera oposición y quien ha demostrado que es capaz de gestionar y liderar la ciudad.

Otra característica de esta legislatura ha sido la unión de la oposición, con EH Bildu, PSN y Geroa Bai presentando iniciativas conjuntas. ¿Cómo lo valora?

Con Geroa Bai hemos tenido una relación de colaboración desde el principio. Ya nos conocíamos de la pasada legislatura. Con el PSN diferenciaría pasado, presente y futuro. El pasado es muy claro y todos tenemos en mente la imagen de la noche electoral [Maite Esporrín, la candidata del PSN, cantando «Agur Asiron»]. Pero el agua pasada no mueve molino. El presente es más esperanzador porque ahora mismo estamos trabajando entre diferentes y estamos sacando adelante un 95% de las declaraciones con el apoyo conjunto de toda la oposición. Estamos haciendo un esfuerzo muy grande con el PSN y entendemos que el PSN también está haciendo ese esfuerzo. Y queda el futuro. La sociedad nos está interpelando. Me lo dicen a mí y me imagino que también se lo dirán a la señora Esporrín: «¿Vais a ser capaces de desalojar de una vez a esa derecha en minoría de la Alcaldía?». Esa es la responsabilidad. Creo que no nos perdonarían que no fuera así y que por no ponernos de acuerdo gobernara otros cuatro años este desastre de la derecha.

¿Tienen confianza en esa posibilidad de acuerdo con el PSN, teniendo en cuenta que EH Bildu y el PSOE han alcanzado consensos en el Parlamento navarro y en Madrid?

Más tarde o más temprano tiene que llegar. En Iruñea tenemos un ambiente de colaboración, siendo muy conscientes de que cada uno somos diferentes. Pero ese ambiente de colaboración también se da en el Gobierno y el Parlamento de Navarra. Y en Madrid. Ya es el momento de superar determinadas barreras, de convencernos de que estamos en un nuevo escenario. Cada uno va a tener sus características: no vamos a acercar al PSN a nuestras posturas ni al revés. Pero entre diferentes hay posibilidad de entendernos para lo básico. Lo urgente y necesario para la ciudad es desalojar a Enrique Maya de la Alcaldía.

Durante el mandato de Maya se han sucedido las resoluciones del TAN contra decisiones adoptadas por el Ayuntamiento. Tiene una buena colección, especialmente en política lingüística. En la última, la relativa a la placa de la Plaza de la Constitución, EH Bildu llegó a hablar incluso de prevaricación por el empecinamiento de incumplir la Ordenanza del Euskara.

Es que es una actitud claramente prevaricadora. El Tribunal Administrativo de Navarra (TAN) ha emitido nueve resoluciones, dos muy recientes, en el mismo sentido, diciéndole a Navarra Suma que lo que ellos entienden por bilingüismo no es lo que marca la Ordenanza y a pesar de todo siguen actuando en el mismo sentido. Desobedecen conscientemente lo que marca la ley, sabiendo además que se va a tener que revertir; no es solo un gasto innecesario para la ciudad, sino una actitud que roza la prevaricación. Lo tendrá que dirimir un tribunal, pero a nuestro juicio roza la prevaricación.