El Comité de la ONU sobre los Trabajadores Migrantes ha pedido a Marruecos y al Estado español que investiguen de forma inmediata y completa las causas de la muerte de 23 migrantes subsaharianos que participaban en un intento de cruzar la frontera en la ciudad de Melilla.

«Queda por establecer si las víctimas murieron al caer de la valla, en la estampida o como resultado de alguna acción de los agentes de fronteras», ha subrayado el órgano de Naciones Unidas encargado de velar por el cumplimiento de la Convención Internacional sobre los Derechos de los Trabajadores Migrantes.

«Estamos consternados por la muerte de esos migrantes, quienes intentaban cruzar la frontera en busca de una vida mejor, conforme a sus derechos humanos legítimos», ha añadido el Comité.

Marruecos es uno de los países parte de esa Convención, mientras que el Estado español –como prácticamente todos los países receptores de migración de Europa y otras regiones– no ha suscrito ese instrumento jurídico.

«Migración segura y ordenada»

«También pedimos a Marruecos, España y otros países de la Unión Europea que expandan la disponibilidad de vías para una migración segura y ordenada, y tomen medidas para garantizar el derecho a buscar y recibir asilo», ha agregado.

Asimismo, recuerda «a todos los estados que los migrantes no deben ser sujetos a ningún trato cruel, inhumano o degradante. Los estados deben garantizar que su policía y prácticas en frontera respeten sus obligaciones de derechos humanos y garanticen el derecho a la vida y a la dignidad».

El Comité ha señalado que las autoridades deben ofrecer reparaciones por las violaciones de los derechos humanos ocurridas, además de preservar los restos de los muertos, informar a sus familias y hacer lo necesario para el traslado de los cadáveres, mientras que a los heridos se les debe dar atención médica hasta que estén totalmente recuperados.